Gracias a la película “Come, reza, ama”, protagonizada por Julia Roberts y Javier Bardem, Bali se ha convertido en uno de los destinos turísticos mas demandados, especialmente por las mujeres mayores de treinta años que buscan vivir una experiencia tan inolvidable como la protagonista de la película.
La cultura en Bali es la fuente de la vida del pueblo que se vuelve imprescindible para la identidad de sus habitantes, con una manera de vivir completamente distinta si se compara con el resto del país. Pese a la visita masiva de turistas el pueblo balinés ha tenido éxito en conservar su cultura. La danza y el baile es la mejor manera de entretenerse. Se ejecutan tanto para el viajero como para las celebraciones de los festivales de cada región.
Los más de 10.000 templos familiares, gremiales, locales o nacionales, que disputan el terreno a la naturaleza pero que, para el espíritu balines, son imprescindibles para mantener esa armonía tan bien dispuesta por los dioses.
Bali (Indonesia) es una isla de 5.500 kilómetros cuadrados y tiene dos millones y medio de habitantes. Está bañada por el Indico y el Mar de Java, y es tan hermosa como increíble…. Es como un universo en miniatura, y en ella todo parece estar colocado en su sitio: los cocoteros, las plataneras, los ficus, los hibiscus, los ríos, los volcanes y, sobre todo, los arrozales, esas escaleras esmeraldas de insólita belleza, que parecen bajar desde el mismísimo cielo, y que la convierten en un exultante jardín en donde el verde es tan sagrado como la isla misma.
Porque en Bali, y esa es otra de sus maravillas, nada es casual. Es obra de los buenos y los malos espíritus, el trabajo de esa gigantesca tortuga que mueve la vida balines.
Una leyenda popular en Bali cuenta que la isla está enraizada al caparazón de una gran tortuga. Que al principio de la creación del mundo, este reptil colosal emergió de las profundidades del océano y sobre su concha se formó ésta “la isla de los dioses”. Arropada por los oleajes del Índico y el Mar de Java, la tortuga empezó a cubrirse con un terciopelo fértil del que surgió la generosa variedad de verdes, las montañas y sus ríos, los volcanes y, hacia las costas, el animal dejó que una capa arenosa le cubriera las patas, la cabeza y la cola. Y así surgieron las playas.
… Playas tropicales bordeadas de palmeras que quedarán siempre en el recuerdo del visitante…
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