Esta noche La 2 emite el documental Whitney del cineasta Kevin MacDonald que ahonda en el recorrido vital de la cantante Whitney Houston. En él no faltaron ni las drogas ni los abusos sexuales en la infancia y esto la llevó a morir en febrero de 2012 con 48 años en un hotel de Beverly Hills.
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Whitney Houston batió más récords en la industria musical que ninguna otra cantante. Con más de 200 millones de álbumes vendidos en todo el mundo, con éxitos como I will Always Love You o Saving all my Life for You, fue la única artista en conseguir siete números 1 consecutivos en los Estados Unidos. Asimismo, protagonizó varias películas taquilleras, antes de que su brillante carrera diera paso a comportamientos erráticos, escándalos y su muerte repentina a los 48 años. La película, que se emite esta noche en La 2 de RTVe (22:00), es un retrato auténtico, íntimo y sincero de la artista y su familia, que va más allá de titulares sensacionalistas.
El cineasta británico recorre la vida de la artista estadounidense con entrevistas a la gente más cercana de su entorno, como su madre, Cissy, o su exmarido, el rapero Bobby Brown, con los que construye un puzzle que revela que su prima Dee Dee Warwick abusó de ella de pequeña y recorre tanto el alcance de su cima profesional como la posterior bancarrota.
Retrato de una víctima
Kevin MacDonald, Óscar a la mejor película documental en 2000 por One Day in September, tiene claro que la intérprete no podía haber escapado de su trágico final. “Nunca fue capaz de crecer por culpa del abuso sexual, no pudo alejarse del tornado de cosas que la rodeaban, fuera la droga, casarse con el hombre equivocado o no estar presente para su hija“, que en 2015 murió por una combinación de ahogamiento en una bañera e intoxicación por drogas y alcohol.
Whitney fue una víctima, dice, que alcanzó el estrellato al coprotagonizar con Kevin Costner El guardaespaldas (1992) y a quien los sucesivos excesos le fueron apagando su voz, “una jeringa que va directa al corazón”.
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