Por Vanessa Pragasam
Como os dije en el anterior post, estamos llegando al final de nuestro viaje: el norte de Vietnam. Diseñar una ruta por Vietnam es bastante fácil a causa de la forma alargada que tiene el país, empezando por Hanoi y terminando en Ho Chi Minh o al revés, como hemos hecho nosotros. Hoy visitaremos Hanoi famosa por su arquitectura centenaria y su rica cultura de influencia china, francesa y del sudeste asiático.
Vietnam – Qué ver en Ho Chi Minh y Hue
Cómo llegar al centro de Hanoi
Día 6: Cogemos un vuelo pronto por la mañana desde Da Nang a Hanoi. Desde el aeropuerto al centro de la ciudad hay una hora más o menos, dependiendo del tráfico, en taxi son 20€ y en autobús público 3€. Optamos por la segunda opción, al ver en internet que el autobús es muy moderno y que nos deja en la puerta de nuestro hotel, Meliá Hotel, situado en el corazón de la ciudad y muy cerca de las principales atracciones turísticas. El trayecto hasta el centro nos ofrece una visión de todo lo que nos vamos a encontrar: una coctelera de sabores, de olores, de perfumes… Una ciudad que enamora por esa mezcla de colonia francesa y ritmo asiático.
Hanoi
Hanoi es la capital de Vietnam y la segunda ciudad más grande del país, tras Ho Chi Minh, donde conviven 6 millones de habitantes y 2 millones de motos; donde hay pasos de peatones en los que si esperas a que te dejen cruzar, puedes morir de viejo y, donde hay que ir con la mente abierta para soportar el trasiego sin fin, las calles atestadas de tiendas, personas sentadas en la calle, puestos callejeros, carros, gente, turistas, motos, miles de motos y sobretodo, un calor húmedo y sofocante.
Empezamos por la parte más alejada de la ciudad: el Mausoleo de Ho Chi Minh, que como ya os dije, está fabricado con mármol extraído de uno de los refugios del Viet Cong en las montañas de Da Nang. El presidente Ho Chi Minh fue reconocido por la UNESCO como el que “dedicó toda su vida a la liberación nacional de Vietnam”. Aunque su deseo era ser incinerado, el Gobierno decidió mantener su cuerpo para honrar su dedicación.
A continuación nos encontramos con el Palacio Presidencial, construido por los colonialistas franceses para albergar al gobernador nacional de Indochina y, más tarde, el Gobierno Vietnamita quiso que el presidente se alojase ahí, pero se negó, con lo cual fue utilizado para reuniones diplomáticas. Ho Chi Minh prefirió vivir en la casa de un electricista, una casa de madera muy sencilla.
La Pagoda del Pilar Único es uno de los edificios más importantes de la ciudad y se encuentra a escasos pasos del Mausoleo. Es un templo budista situado sobre un estanque con flores de loto… Ese era el propósito de los arquitectos, que el edificio fuera la imagen de una flor de loto.
Siguiente parada, el Templo de Literatura, dedicado a Confucio y la primera universidad de Vietnam, de ahí su importancia y prestigio. Antiguamente sólo la nobleza y la alta sociedad tenían acceso a la universidad pero, con el paso de los años, los estudiantes brillantes también obtuvieron ese privilegio. Estuvo abierta más de siete siglos y fue legendaria por la dificultad de sus exámenes, por eso, a los que aprobaban, se les esculpía su nombre en una loseta de piedra apoyada sobre una tortuga.
Dónde comer en Hanoi
Es la hora de comer, así que nos acercamos al casco antiguo (Old Quarter), que mantiene el diseño original de la antigua Hanoi. Es el corazón y alma de la ciudad, 36 calles divididas y nombradas de acuerdo al tipo de comercio artesanal que había en el pasado: calle Bat Su (Cuencos), Cau Go (accesorios para mujeres), calle Cha Ca (pescado asado), Hang Bac (plata o joyas), Hang Dau (zapatos y sandalias), Hang Gai (seda), To Tich (la calle de las frutas), Hang Duong (dulces y frutos secos), etc. Calles estrechas, edificios antiguos de distintos estilos arquitectónicos, templos, motos por todas partes, bicicletas y puestos callejeros en cada esquina…
Es el lugar ideal para pasear, ir de compras y divertirse, sin olvidar sus tan apreciadas especialidades en cocina local. Saborear los platos típicos de un país y atreverse a probar nuevos sabores de su gastronomía, es un placer mientras se viaja.
El “Pho” es una sopa muy presente en la cocina local, lo comen para desayunar, para comer, para merendar, para cenar… Una aromática sopa vietnamita elaborada a base de carne de res y fideos de arroz a la que puedes añadir los condimentos a tu gusto. Es muy barato y lo verás en cualquier puesto callejero o restaurante por todo lo ancho y largo del país. Nosotros no podíamos irnos de Vietnam sin probarlo.
Después de patearnos todo el casco antiguo, nos adentramos en el Lago Hoan Kiem, un popular punto de reunión en Hanoi, donde verás a la gente local paseando, haciendo tai chi, sentados en un banco… El plan perfecto para escapar de las multitudes y del calor. En medio del lago se encuentran la Isla de Jade y el majestuoso templo Ngoc Son (Templo de la Montaña de Jade) al cual llegaremos cruzando el puente Huc (puente del sol naciente) de un brillante color rojo.
El lago Hoam Kien también es muy famoso porque alberga el célebre Teatro de Marionetas de Agua Thang Long. Las marionetas están hechas por artesanos que se dedican a este arte, y la mayoría tienen piezas articuladas que les dan cierto movimiento. Suelen tener muchos pases a lo largo de la tarde… Un espectáculo que no podéis dejar de ver si viajáis a Hanoi.
Salimos del parque y nos vamos paseando al barrio francés, mucho más tranquilo que el antiguo y donde los edificios pertenecen a la era de la colonización francesa: edificios ocupados por las embajadas extranjeras, los hoteles más lujosos y las tiendas de moda. El monumento más destacado es el Teatro de la Ópera, inspirado en la Ópera de Paris de Charles Garnier. Se inauguró en 1911 convirtiéndose en el centro cultural más importante del país.
Otro de los edificios que han mantenido el estilo colonial es el Hotel Metropole, decorado con elementos modernistas y de estilo art nouveau. Lo mejor, su terraza, donde podréis disfrutar de una cerveza bien fresquita mientras veis la gente pasar.
Continuamos nuestro paseo por la zona hasta que llegamos a la prisión de Hoa Lo, construida por los franceses en 1904. Albergó prisioneros políticos mientras Vietnam era parte de la Indochina francesa y durante la Guerra de Vietnam a prisioneros de guerra estadounidenses.
Terminamos el día cenando en Quan An Ngon, muy cerca de la prisión y de nuestro hotel. Un lugar que gusta tanto a lugareños como a visitantes, dentro de una villa colonial francesa pero con un concepto “street food” de auténtica comida regional vietnamita. Totalmente recomendable!
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