La acción de la posidonia como depuradora natural de sus aguas y la ausencia de construcciones en su litoral hacen de las playas de la pequeña de las Pitiusas auténticas joyas naturales. Atractivas durante todo el año, en verano merecen ser exploradas y disfrutadas, tanto por los viajeros que busquen la soledad de una pequeña cala, como por quienes deseen descubrir la esencia del Mediterráneo o aquellos que quieran comprobar por qué siempre aparecen en ‘Top 10’ de las mejores playas del mundo.
Más de 20 kilómetros de playas de arena blanca y aguas transparentes con idílicas combinaciones de tonos azules esperan al visitante en Formentera.
Las cinco playas que no te puedes perder este verano.
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1. Illetes. Recientemente ha revalidado su título como Mejor Playa de España por los usuarios de TripAdvisor, así como segunda de Europa y quinta mejor de todo el mundo. Situada en el punto más septentrional de la isla, y el más cercano a la isla de Espalmador, Illetes es una de las más completas en lo que se refiere a ocio, con una gran oferta en deportes acuáticos, restaurantes, quioscos, hamacas o sombrillas, entre otros servicios.
2. Playa de Levante. Junto a Illetes, en el norte de la isla, pero orientada al este y con una extensión de 1,5 kilómetros de largo y 50 metros de ancho, es un largo arenal que ofrece rincones más solitarios y tranquilos que su vecina, si bien cuenta con completos servicios para pasar un día de playa. Un ambiente más relajado y una naturaleza más salvaje, con un hermoso sistema dunar, completan sus atractivos.
3. Cala Saona. Esta pequeña playa, a pesar de su corta extensión (escasos 140 metros de longitud), es una de las más bellas que se pueden visitar. Orientada al oeste, ofrece maravillosas vistas a la vecina isla de Ibiza y, más cerca, de la costa de Punta Pedrera y los hermosos acantilados de Punta Rasa, a los que se puede acceder fácilmente a pie, caminando unos escasos 10 minutos. Cuenta con restaurantes y quioscos en sus alrededores para disfrutar de una bebida o una comida en perfecta calma y tranquilidad y donde se recomiendan especialmente los atardeceres.
4. Playa de Es Caló. En contraste con las anteriores se encuentra Es Caló, un pequeño rincón de pescadores donde saborear antiguas tradiciones en un entorno marinero. La playa es pequeña, con no más de 50 metros de longitud y 25 de anchura, pero ofrece un marco privilegiado y espléndidas vistas de los acantilados de La Mola. Cuenta, además, con interesantes restaurantes en la zona.
5. Caló des Mort. Cierra la selección uno de los rincones más especiales de Formentera. Por su aislamiento y tranquilidad es un lugar mágico en el que darse un baño con el mar en el horizonte como único testigo de la belleza del paisaje. Rodeada de acantilados bajos y casetas de pescadores, está orientada al sur y ubicada en el extremo más occidental de la playa de Migjorn, al inicio de los acantilados de La Mola, donde también podemos acercarnos para disfrutar del mercado artesanal que se celebra todos los miércoles y domingos en temporada estival.
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