Una vivienda completa, con sus dos plantas más buhardilla, su jardín adosado, sus plantas enredaderas, sus flores, su camino de piedra, su césped… y la han puesto a navegar, literalmente, por el río Támesis, en un constante ir y venir por sus aguas. La casa cuenta con dos dormitorios, un salón, un baño, una caseta de perro.
Es la última campaña de la empresa Airbnb, especializada en alquileres de viviendas privadas para turistas, ha apostado por originalidad a la hora de celebrar el cambio de ley que permite, desde el mes pasado, que los londinenses puedan alquilar sus viviendas hasta 90 días al año sin el riesgo de ser multados o de contratar seguros y una formalización especial del inmueble, lo que se conoció como Deregulation Act.
Lo más llamativo es que la compañía ofrece a un grupo de amigos la posibilidad de pernoctar en ella este viernes, cuando la atraquen en el muelle de Putney. Será una noche inolvidable, entre otros motivos porque se les va a agasajar con una cena de manos de Robert Ortiz, el chef responsable del restaurante peruano Lima, uno de los establecimientos de la capital inglesa que presume de Estrella Michelin.
Una vez terminada la campaña el río de la capital británica, volverá a la normalidad.
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