Sotheby’s subasta un raro diamante azul.
Es uno de los diamantes azules más grandes nunca vistos. Pero también es una botella arrojada al mar de la economía planetaria.
Dentro, hay un mensaje que nos descubre mucho sobre el mundo en el que vivimos. El próximo 7 de octubre la sala Sotheby’s subasta en Hong Kong The Premier Blue, un rarísimo diamante azul por el que se espera conseguir 19 millones de dólares (14,25 millones de euros).
De alcanzarse esa elevada cifra sería una de las más altas logradas por una gema de estas características. De hecho, la sala cree posible batir el récord mundial en la relación precio-quilate para esta clase de piedras preciosas.
Hasta ahora ese precio máximo lo ostentaba un brillante azul de 6,01 quilates vendido también por Sotheby’s en 2001 en Hong Kong, y que se adjudicó por 1.686.595 dólares (1.269.590 euros) el quilate.
Si queremos hacernos una idea precisa de las dimensiones de las que hablamos, hay que tener en cuenta que The Premier Blue tiene un tamaño similar al botón de una camisa. Pero su excepcionalidad no reside solo en su color –una auténtica rareza dentro del mundo de los diamantes–, sino también en su forma. Los diamantes de colores rara vez se tallan utilizando tanta filigrana, como sucede con este brillante azul, porque se desperdicia mucha gema.
Pero esta piedra preciosa nos habla de otras cosas, no solo de rareza o dinero. Sobre todo revela cómo se mueven hoy en día los flujos económicos globales. A pesar de la desaceleración de China y de otros dragones asiáticos, el coloso asiático, junto a algunos países árabes, continúa siendo el principal comprador de bienes de lujo del planeta. Y frente a Estados Unidos o Europa, donde la liquidez cada vez es más limitada, China tiene dinero y ganas de invertirlo en aventuras como un diamante azul del tamaño de un botón.
Desde luego, los meridianos económicos del mundo hace tiempo que se desplazaron. Hong Kong ya es el tercer gran centro de venta de joyas del planeta, después de Ginebra y Nueva York. Y pronto se convertirá en el segundo, aseguran los analistas. De ahí que la casa de subastas haya preferido vender esta gema en la ciudad asiática antes que en Nueva York o Ginebra.
Deja un comentario