El éxito no viene sin retos, sobre todo en una industria competitiva que ve a dos terceras partes de los restaurantes cerrar antes de su primer cumpleaños. Tuk Tuk es uno de los que ha sobrevivido, eso sí, dedicándole 16 horas al día durante 7 días a la semana.
Irónicamente, Tuk Tuk fue concebido para ser un “take-away” de comida asiática, pero las buenas críticas difundidas por el boca a boca, hicieron que los clientes quisieran quedarse después de ordenar sus comidas. Según Ricardo Alexander, su dueño, “los españoles todavía no entienden el concepto de comida para llevar como en el Reino Unido o Estados Unidos”.
Rick ha visitado varios países, como India, Tailandia o Filipinas, en los que ha pasado muchos años de su vida y, como a veces el sueldo no le daba para mucho, se hizo un auténtico experto del street food. Finalmente, decidió venir a España y abrir Tuk Tuk para traer a Madrid su conocimiento callejero… un restaurador británico cocinando comida asiática en la capital de España: ¡viva la globalización!
Tuk Tuk es un pedacito de Asia en Madrid, un rincón culinario honesto que sirve realmente buena comida con un precio asequible. La decoración es sencilla, guardando la estructura del bar de barrio que siempre ha sido, pero añadiendo algunos toques asiáticos, con una barra de madera y fotos de puestos callejeros y de los taxis tailandeses que le dan nombre: los tuk-tuk.
El arroz, los noodles (solos o en sopa), los currys estilo thai, el pollo y el cerdo en barbacoa son los protagonistas de la carta de Tuk Tuk, muy extensa y con descripción exhaustiva en español e inglés, hace además de mantel en la mesa.
Por nuestra mesa desfilaron 5 platos que nos sorprendieron por su cantidad y variedad. Empezamos con el clásico y obligatorio ‘Malaysian Satay’ (brochetas de pollo marinado con jengibre, cúrcuma y salsa picante servidas con salsa de cacahuete y soja dulce) y, como segundos, quisimos probar un plato de cada tipo: “Pad Thai” (tallarines de arroz salteados con pollo, brotes de soja, cebollino, tamarindo y cacahuete), “Babi Panggang” (cerdo asado marinado con envoltura caramelizada pero con un punto picante), “Udan Goreng Lada Hitam” (bol de arroz con langostinos tigre salteados con cebolla, puerro, ajo, jengibre y salsa de pimienta) y no podía faltar un curry… “Gaeng Phet” (clásico de ternera al curry rojo picante estilo tailandés con albahaca, berenjena, cilantro, azúcar de palma y leche de coco).
En definitiva, un restaurante para repetir y repetir, alejado de los formalismos de otros asiáticos o de la cocina fusión y que se resume en una palabra: auténtico. Tienes dos locales donde escoger: Tuk Tuk Bilbao (C/ Cardenal Cisneros, 6) y Tuk Tuk Chueca (C/ Barquillo, 26). ¿Necesitas algún motivo más para ir?.
Deja un comentario