Tamara Falcó revela sus planes de boda durante la presentación de su primer libro de cocina ‘Las recetas de casa de mi madre’: “Claro que me veo casada con Iñigo Onieva”.
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Después de terminar sus estudios en la prestigiosa escuela de cocina ‘Le Cordon Bleu’ de Madrid,Tamara Falcó ha presentado su primer libro de cocina ‘Las recetas de casa de mi madre’. Un libro que aúna sus dos pasiones: la cocina y su familia. Un recetario con el que homenajear a los platos de su vida y del que la ganadora de MasterChef Celebrity se siente muy orgullosa.
Sin perder la sonrisa en ningún momento, la marquesa de Griñón ha confesado algunos de los gustos culinarios de su familia. “Mi madre es adicta al chocolate. Siempre lleva en el bolso“. Para celebrar su título de chef, madre e hija se fueron de viaje a Las Maldivas y Tamara contaba la anécdota de Isabel Preysler con su dulce favorito: “Llevaba cinco tabletas de chocolate en el bolso, bueno no seis para cinco días“. Un viaje para descansar y desconectar tras la reciente y triste pérdida de su abuela.
Con respecto a los gustos del resto de la familia confesó: “A Julio no le gusta el tomate, la pasta la come solo con queso, mientras que Enrique, que adora el jamón, últimamente cuando viene a España suele tomar lasaña“. Aunque en lo que coinciden todos es en los filetes empanados.”Mis hermanos se peleaban siempre por el último“, recordaba.
Y es que, para su familia ha sido muy importante la comida en casa, y aunque a Isabel Preysler no le gustaba el mundo de la cocina, su madre fue la encargada de enseñar a las personas que les ayudaban en casa a conservar las recetas familiares.
Porque, aunque muchos piensen que el secreto de Isabel Preysler para estar tan estupenda a los 70 años es no comer, se equivocan. “Es súper comilona. Tiene mucha suerte. Flipo con lo que come y no engorda. Tiene un metabolismo privilegiado, nos hicimos un test genético y el de ella salió mejor que el nuestro. Sí es verdad que desde joven siempre ha hecho el ‘día de fruta’ y ha tenido una relación muy sabia con su cuerpo. Eso se refleja en su forma de comer: es muy disciplinada“, cuenta. Pero en casa de los Preysler son ‘disfrutones’: los sábados hay paella y nunca falta bizcocho.
Ilusionada y feliz Tamara está pletórica con sus nuevos proyectos profesionales, pero también tiene algo de culpa su apoyo más importante en estos momentos: su pareja Íñigo Onieva. “Estoy en un momento de mi vida muy equilibrado“… “Íñigo ha llegado en un momento bueno para mí, aunque aún nos estamos conociendo. Hay que disfrutar del noviazgo, que es una etapa preciosa“, explicaba.
Por eso, no descarta pasar por el altar con su pareja Íñigo Onieva. Se siente preparada y segura, ha confesado: “¡Por supuesto que me veo casada con Íñigo! Si no, no estaría con él, no perdería el tiempo. Estoy en una época maravillosa que es el noviazgo, y no me la quiero saltar por nada del mundo. Estamos disfrutando muchísimo de esta etapa y no la cambio por nada“. Además confiesa estar muy enamorada de su pareja: “Sí, sí lo estoy. Cada vez más. Lo he echado mucho de menos estos días en Maldivas”.
Y es que no cabe duda de que Íñigo ha conquistado el corazón de Tamara por muchas razones: “Es muy disfrutón, simpatiquísimo, cariñoso, fácil, sociable… ¡Un todo terreno! Todo le va bien y, además, le encanta la tortilla de patata con cebolla”. Por ello no descarta forma con él su propia familia: “Me encantaría formar una familia si Dios quiere. Es muy importante elegir un buen padre para tus hijos porque es para toda la vida”.
Aun así, asegura que la relación lleva muy poco tiempo como para dar ese gran paso. “Vengo de padres separados y lo que supone un divorcio, entonces creo que tienes que conocer muy bien a la persona“, finalizada.
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