Después de 3 maravillosos días en Nottens Bush Camp y de nuestro último safari, ponemos rumbo a Ciudad del Cabo, la segunda ciudad más poblada de Sudáfrica, después de Johannesburgo.
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Día 5:
Ciudad del Cabo puede alardear de tenerlo todo, por algo se le llama “la ciudad madre”: una estratégica ubicación en la punta de África entre el océano Atlántico y el Índico y a los pies de Table Mountain, paisajes fabulosos, una gastronomía y cultura vinícola que seducen al sibarita más exigente y, un gran patrimonio histórico debido a su lucha contra el sistema del Apartheid.
Aterrizamos sobre las 14:00 y cogemos un Uber (si, aquí también lo hay y funciona muchísimo mejor que los taxis y, más barato) hasta nuestro hotel Strand Tower, situado en el centro de la ciudad. El trayecto dura unos 30 minutos. Tras dejar las maletas nos disponemos a dar un paseo hasta el moderno y sofisticado Victoria & Alfred Waterfront, uno de los atractivos más visitados por los turistas.
Aunque penséis que es peligroso caminar por Ciudad del Cabo, si evitáis hacerlo por la noche y en calles o barrios conflictivos, no correréis peligro. Aquí nos encontramos un centro comercial lleno de tiendas de primeras marcas, un mercado gastronómico gourmet y varios puestos de artesanía donde poder comprar souvenirs. Desde aquí salen los ferries a Robben Island, donde estuvo preso Nelson Mandela y barcos que recorren la bahía al atardecer.
Volvemos al hotel en taxi y después de descansar un rato nos vamos a cenar a Kloof Street House, un pequeño oasis en el centro de la ciudad.
Día 6:
Hoy toca visitar un poco el centro de la ciudad. Dos horas son suficientes para recorrerlo andando. Nuestra primera parada es el barrio más colorido de Ciudad del Cabo y seguramente el más fotografiado: Bo Kaap. Aquí residen descendientes de esclavos que trajeron los mercaderes holandeses desde Malasia, India, Sri Lanka e Indonesia durante los siglos XVI y XVII. Todos eran de ascendencia malaya por eso se les llamó “malayos del Cabo”. Tras la abolición de la esclavitud por parte de los británicos, cuando estos se apoderaron de Ciudad del Cabo, los esclavos formaron el nuevo Barrio Malayo.
Ciudad del Cabo mezcla lo tradicional del continente africano con lo moderno de cualquier ciudad europea. Podemos encontrar desde edificios art-deco hasta un centro financiero con rascacielos del estilo de Nueva York. Entre sus edificios más emblemáticos destacamos el Castillo de Buena Esperanza; el Gran Parade, donde se encuentra el City Hall, desde donde Mandela se dirigió a la nación tras su liberación en Febrero de 1990. Y el Green Market Square, donde está el Old Town House, inspirado en la arquitectura holandesa del s. XVII. Esta plaza, alberga un mercadillo y una gran selección de restaurantes y Coffeeshops y donde podremos ver las tradiciones de los lugareños.
Para volver al hotel cogemos Long Street, una de las calles más animadas de Ciudad del Cabo, llena de restaurantes exóticos, bares, galerías de arte con fachadas coloristas y edificios victorianos que te recuerdan a Nueva Orleans.
Cogemos el coche de alquiler (la mejor forma de recorrer la zona) y nos dirigimos al hotel South Beach en Camps Bay, nuestra base de operaciones los próximos dos días. Picamos algo y la tarde la dedicamos a descansar, que nos lo hemos merecido.
Siguiente destino: Desde Camps Bay hasta Simon´s Town, pasando por el Cabo de Buena Esperanza
Sudáfrica: Table Mountain y Península del Cabo
Resto del viaje:
Sudáfrica: Stellenbosch y la Ruta de los viñedos
Sudáfrica: Hermanus, Gansbaai y Cabo de las Agujas
Sudáfrica: La ruta jardín Mosselbaai, Knysna y Storms River
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