La semana pasada hablábamos de propósitos de año nuevo y algunos de vosotros a través de vuestros emails nos habéis comentado que un objetivo para el 2015 sería saber decir “NO”, decir “hasta aquí”, o saber expresar vuestras necesidades y deseos.
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En definitiva lo que conocemos como ser algo más asertivos, saber mostrarnos auténticos, con nuestros deseos, necesidades, respetando a la vez los límites personales de los otros sin juzgarlos.
Realmente es que tenemos poca práctica en esto de la asertividad, porque cuando somos niños si tenemos esta capacidad. El niño dice lo que quiere y lo que siente y lo que no le gusta, para ello pregunta con el fin de investigar y saber más. Por ejemplo el niño ve un plato con un solo dulce y dice: “¿Me lo puedo comer?”, pero enseguida los padres dicen: “Cállate, que es el último”. Nosotros con los años nos vamos inhibiendo porque nuestros padres desde bien pequeños nos van inhibiendo. Por ejemplo nos dan indicaciones del tipo: “Si no te ponen más en la mesa no pidas”. “Solo siéntate si te lo piden”. “Si tienes sed te aguantas”. “Tú: ver, oír y callar”. Entonces vamos recibiendo una serie de instrucciones de nuestros padres muchas veces con la intención de: quedar bien socialmente, por miedo al qué dirán, etc.; pero esto implica a la vez la supresión de deseos y necesidades. Parece que si no estoy en un lugar de mucha confianza no puedo expresar lo que necesito o pedir lo que quiero.
Una vez llegada la juventud y la adultez, todos nos habremos encontrado con personas (o nosotros mismos mismamente) que no expresan sus deseos o necesidades, mostrando una actitud algo sumisa y complaciente ante los demás. Son conocidas como personas TÚ-TÚ: “Lo que tú quieras”. “Lo que tú digas”. “Tus deseos son órdenes”. Pero también sabremos identificar rápidamente a alguien que actúa de manera totalmente contraria. Ese alguien que habla y se expresa de manera agresiva y dominante creyendo que así defiende mucho mejor sus derechos y lo que quiere. Son los conocidos como personas YO-YO: “Yo quiero esto”. “Lo que yo digo es mucho mejor”. Y lo cierto es que ninguno de estos extremos es asertividad. Ser asertivo es el punto intermedio, un baile entre el tú y el yo.
Como todo baile, es esencial practicar y practicar hasta llegar a dominar cada uno de los pasos, para que esa danza sea fluida, es decir para evitar sentirnos mal cuando soltamos las cosas de cualquier modo, sin tener en cuenta cómo puede estar cayendo en el otro, o para evitar sentirnos “tontos” por hacer lo que los demás quieren y eliminar así el pensamiento de: “¿Pero qué me pasa para que no pueda decir que no quiero esto o hasta aquí doy?”.
Una primera técnica para comenzar a practicar esta habilidad es la conocida como: Banco de Niebla. Consiste en escuchar y responder SÓLO a lo que te dice el otro, no a la intención manipuladora que pueda haber detrás. Intenta encontrar un punto de verdad en el que puedas estar de acuerdo con lo que tu contrario está diciendo. Por ejemplo una amiga te dice: “Las amigas están para todo. Acompáñame a la cena y deja el trabajo para mañana que no tienes prisa”. Puedes responder diciendo: “Tienes razón en que las amigas están para siempre, pero en esta ocasión no puedo acompañarte”. De esta manera le mostramos a la otra persona que estamos de acuerdo con lo que dice, sin entrar en tener que justificarnos, en batallas y sin ceder a su petición.
Otra técnica para seguir practicando es decir NO calmadamente a la vez que firmes, cual Disco Rayado. Hay veces que nos piden favores poco razonables o que simplemente no nos interesan y aunque digamos una vez que no, siguen insistiendo para convencernos y ceder finalmente. La técnica del Disco Rayado consiste en decir no de forma serena, sin enfadarnos ni justificarnos. Es importante centrarnos en nuestro objetivo, en el mensaje principal que queremos expresar sin levantar la voz. No importa lo que la otra persona diga, tu solo mantente diciendo NO. Te puede ayudar añadir muletillas del tipo: “TE ENTIENDO, pero ahora no puede ser”. “LO SIENTO de verdad, pero no me interesa”. Un buen momento para practicar esta técnica es con una de las múltiples llamadas que recibimos de operadoras móviles ofreciéndonos ofertas “maravillosas”.
Te animamos a practicar una y otra vez, pues así disminuirá tu estrés a la vez que irás ganando confianza, seguridad y respeto por ti mismo, algo necesario para una autoestima saludable.
PSICOLOGÍA CLAVE: Irene Albert Cebriá (CL-03674) y Elena Sánchez- Porro Frías (CL-03770).
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