Los alumnos del Basque Culinary Center han diseñado cinco cócteles inspirados en algunos de los rincones más mágicos del planeta y elaborados con los mixer premium de Schweppes, que podrán disfrutarse por tiempo limitado en cinco restaurantes de moda de Madrid. Kioto, Delhi, Río de Janeiro, Jamaica y Hawái son algunos de los lugares a los que podrá viajar el comensal a través de esta ruta sensorial que propone mezclar gastronomía y mixología.
En su afán por ofrecer al consumidor nuevas experiencias que despierten los sentidos, Schweppes ha desarrollado una gama única de mixers premuim, elaborados con botánicos cuidadosamente escogidos de distintas partes del mundo y capaces de recrear en cada trago la esencia, las sensaciones y los aromas propios de los lugares de los que proceden.
Madrid, capital europea de la coctelería
Algunos de estos mixers protagonizan ahora una ruta muy especial, en la que cinco restaurantes madrileños –47 Ronin, Benarés, Amazónico, Trikki y Noname Bar– ofrecen, cada uno de ellos, un cóctel inspirado en diferentes ciudades y países para maridar con sus propuestas culinarias y adentrar al comensal en un auténtico viaje sensorial.
Los cócteles han sido diseñados por alumnos del curso Experto Bartender y Coctelería Moderna del Basque Culinary Centrer, patrocinado por Schweppes desde hace dos años, y son el resultado de un concurso organizado por la marca en el que se retaba a los estudiantes a elaborar un combinado capaz de transmitir el encanto y la idiosincrasia de los destinos de ensueño en que se basan los mixers estrella de Schweppes: Tónica & Toque de Lima -que encarna la esencia de Delhi-, Tónica & Pimienta Rosa –reflejo del exotismo de Río de Janeiro-, Tónica & Hibiscus -un homenaje a la flor más emblemática de Hawái-, Ginger Ale & Jengibre Intenso –inspirada en Jamaica- y Tónica & Matcha -que materializa la delicadeza de Kioto y su ceremonia del té-.
WABI-SABI EN 47 RONIN. COMO COMER EN UN JARDÍN JAPONÉS
Elaborado con ginebra Jinzu –un destilado a base de sake, flor de cerezo y yuzu-, polvo de wakame, licor de jengibre y Schweppes Tónica & Matcha, Wabi-Sabi es un cóctel delicado, fresco y sutil que transporta al comensal a los bellos jardines de la ciudad de Kioto. Su nombre es un paradigma filosófico japonés vinculado a la sabiduría y la estética: la palabra wabi evoca a la simplicidad rústica y la frescura de la naturaleza y sabi, la belleza y serenidad que evidencia la pátina del tiempo. Puede disfrutarse en 47 Ronin (Jorge Juan, 38), el japonés de autor de Borja Gracia, bajo el gran arce que preside su sala o en su terraza, decorada al más puro estilo nipón con flores y bambú, y es ideal para acompañar platos de temporada refrescantes y ligeros como el lenguado con espárrago verde en papillote de kombu, beurre blanc y brioche de algas (precio del maridaje: 30 €).
NEW LASSI. LA REVISIÓN DE LA TRADICIÓN INDIA EN BENARES
En la India, el mango es la fruta reina de los mercados y el lassi, la bebida por excelencia de sus bulliciosas callejuelas. Por eso, para transmitir al comensal el adictivo encanto que desprende este país, el cóctel New Lassi es un combinado (por supuesto sin alcohol, como mandan los cánones de la religión hindú) a base de yogur natural, puré de mango, cúrcuma y Schweppes Tónica & Toque de Lima, un mixer que balancea el amargor de la tónica con un punto dulce y aromas cítricos rindiendo homenaje al equilibrio entre tradición y vanguardia de la ciudad de Delhi. Éste puede tomarse en Benarés (Zurbano, 5), el restaurante del chef indio Atul Kochhar en Madrid, acompañado de su ya clásica codorniz marinada al tandoor con salsa de tamarindo (precio del maridaje: 15 €).
CAFUNÉ. PASIÓN Y EXUBERANCIA EN AMAZÓNICO
Cafuné, que en portugués significa algo así como “acariciar el cabello de la persona amada”, es un cóctel que rezuma pasión y exuberancia por los cuatro costados. Un homenaje a la manera de ser y de sentir de los habitantes de Río de Janeiro y a la avalancha de aromas a pimienta rosa y especias que desprenden sus rincones. Cálido, exótico y sensual, este cóctel lleva cachaça, sirope de agave, corial de maracuyá, zumo de calabaza, zanahoria, limón y mango y el inconfundible toque de Schweppes Tónica & Pimienta Rosa. Se puede disfrutar en Amazónico (Jorge Juan, 20), el exitoso local del hostelero de origen brasileño Sandro Silva, junto con un usuzukury de hamachi, una especie de tiradito de pez limón aliñado con ponzu y maracuyá (precio del maridaje: 18 €).
IMPERIAL GINGER EN TRIKKI. LA FUSIÓN ENTRE EL EXOTISMO DE JAMAICA Y LA MAGIA DE NUEVA ORLEANS
Imperial Ginger es una mezcla de brandy, Tío Pepe, bitter de cacao y Schweppes Ginger Ale & Jengibre Intenso, un mixer luminoso que destaca por las notas picantes y frescas del jengibre salvaje que crece en las entrañas de la isla de Jamaica y que tiñe la copa con la luminosidad única de sus paisajes. Esta receta está disponible en Trikki (Santa Engracia, 109), un espacio que aúna las cocinas jamaicana y peruana con el encanto decadente de Nueva Orleans. El cóctel puede tomarse en la sobremesa a ritmo de jazz o con la comida y es perfecto para acompañar el jambalaya, una de las recetas más típicas de la cocina criolla de Nueva Orleans que lleva arroz, chorizo criollo, langostinos y una base de mantequilla y especias (precio del maridaje: 18,50 €).
MAIKA’I. UN ACERCAMIENTO A LA CULTURA TIKI EN NONAME BAR
El último cóctel de esta ruta sensorial se llama Maika’i (que significa “bondad”) y está elaborado a base de Tónica & Hibiscus, bourbon, sirope de frutos rojos, lima y vinagre. Se trata de un combinado inspirado en la coctelería Tiki de la isla de Hawái, de donde es originaria la flor de hibisco que protagoniza la singular Tónica Schweppes & Hibiscus, y su composición hace alusión a las influencias japonesa y estadounidense en la cultura hawaiana. Está disponible en Noname Bar (Alberto Aguilera, 5) para maridar, por ejemplo, con su original versión del hot dog americano (precio del maridaje: 15 €).
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