Sean Connery no sabía quién era durante los últimos años de su vida: “Sufría demencia y eso le pasó factura“.
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La casa de Marbella de Sean Connery, sigue dándole problemas
El pasado sábado Sean Connery, el primer James Bond y uno de los actores británicos por excelencia fallecía a los 90 años en su casa de las islas Bahamas, rodeado de sus seres queridos.
Retirado de la vida pública en los últimos años apenas se sabía nada del actor tan sólo que vivía en su paraíso particular, jugando al golf y pasando sus días junto a su esposa, Micheline Roquebrune. Y precisamente ha sido ella quien tras su fallecimiento concedía una entrevista al Mail on Sunday donde revelaba que Sean Connery había perdido la memoria ya no sabía quién era: “Sufría demencia y eso le pasó factura. Logró cumplir su último deseo de marcharse sin hacer ruido”.
“No era vida para él”
“No era vida para él”, ha añadido Roquebrune al diario. “En los últimos tiempos no era capaz de expresarse. Al menos murió mientras dormía, de forma absolutamente tranquila. Estuve con él todo el tiempo y simplemente se fue. Eso era lo que él deseaba”, ha explicado.
Su viuda también mostraba a la publicación la última imagen del actor, de hace casi seis meses, del pasado 6 de mayo, cuando celebraron sus 45 años como matrimonio. “Era fantástico y tuvimos una vida increíble juntos. Era un hombre modelo. Va a ser muy difícil estar sin él, lo sé. Pero no podía durar para siempre y se ha ido en paz”, ha afirmado.
Tras su fallecimiento, según ha confirmado su viuda, Sean Connery será cremado en Bahamas y allí tendrá lugar su funeral, aún sin fecha. Tampoco ha aclarado qué ocurrirá con sus cenizas, si permanecerán en el Caribe o si regresarán a su Escocia natal.
Desde hacía más de 15 años que el actor había decidido rechazar todos los papeles que se le ofrecieran; su última aparición fue en 2003 en “La liga de los hombres extraordinarios”. Tras triunfar como James Bond en siete películas en los años sesenta, con escasos éxitos en los setenta, después de ganar un Oscar en los ochenta (por su papel del policía irlandés Jimmy Malone en Los intocables de Eliot Ness) y de volver a tener relevancia en los noventa, decidió retirarse del mundo de la interpretación.
Bahamas se convirtió en su particular refugio y allí disfruto de sus últimos años de vida junto a sus esposa, su hijo y sus nietas. Y desde allí le dijo adiós al mundo del cine.
“Es un momento muy difícil, pero ya se le han hecho muchos homenajes y es algo que apreciamos”, ha explicado su hijo Jason a la agencia de noticias Associated Press, donde también ha reconocido que “en los últimos tiempos no se encontraba bien”. “Es un día muy triste para todos los que conocían y querían a mi padre y una triste pérdida para toda la gente del mundo entero que disfrutó del maravilloso regalo que fue como actor”.
También su nieta Saskia se ha despedido de él agradeciendo los “buenos deseos” recibidos de todas partes del mundo como despedida al “mejor amigo, mentor y enorme abuelo”… “El cielo hoy ha ganado al más legendario de los ángeles”.
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