Ruta guiada por El Barrio de Las Letras

Por Barbireando

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La ruta del vermut por España

Con aires que traen días libres, mi #barbireandoporspain me lleva a enseñaros uno de mis barrios preferidos en mi querida Madrid. Hace poco leí el libro de “Mujeres que compran flores”, el cual empieza en unos de mis templos favoritos: La Taberna De La Dolores y gracias a él, quise vivir mi propia experiencia en este barrio, el de Las Letras.

Este barrio me ha visto crecer y me apetecía que unos profesionales del Turismo en Madrid, como son Madrid Es Cool, me llevaran por los rincones con más encanto… Me guiarán por estas calles llenas de historia y que tan bien conozco. De la mano de Irene, una de las fundadoras, guía turística de la urbe y, como digo yo, “parte del extranjero”, me uno a un grupo de gente para recorrer El Barrio de las Letras, también llamado El Barrio de las Musas. Con ellos puedo conocer las anécdotas de este rincón tan especial con un tono cómico y sin olvidar el rigor histórico.

Caminando por la calle de las Huertas, Quevedo, Cervantes, Lope de Vega pasamos por iconos como las Trinitarias y la Casa de Lope de Vega. Visitamos las ruinas romanas del Viaje de agua del antiguo Palacio de Tepa, hoy en día Hotel NH Palacio de Tepa.

La imagen de este barrio cambia al descubrir rincones nuevos, historias de apariciones, de reyes y princesas que compraban violetas por la zona. Descubro espacios como la Iglesia de San Sebastián, donde está el Jardín del Ángel en su desaparecido cementerio; historias secretas de la Calle León, donde un señor tenía un león en su casa… Curiosidades que, cuando pasas caminando, no te das cuenta ni que estaban ahí.

Cómo ha cambiado la zona con el paso del tiempo. Qué maravilla para los sentidos esta gran experiencia pero, sobre todo, cada una de las palabras que me cuenta Irene que me llevan a esos momentos históricos. Los precios de las visitas guiadas oscilan desde 10 a 15 euros dependiendo del tiempo. Para informaros estar atentos a las RRSS de Madrid Es Cool. Organizan rutas tanto gastronómicas, como gincanas, dogfrienly…

Cargada de historias y anécdotas que tanto me gustan y, con el estómago vacío, dejo que mis pies me lleven a orar a un nuevo templo en la Calle Duque de Medinaceli,12. Esta calle la conozco muy bien y, cuando hay un sitio nuevo, cambio a modo #probandoprobando. Ya os digo de entrada que me ha robado el corazón.

Siempre me han gustado las barras y cada día soy más fan. Esta barra hace honor a una taberna de toda la vida y con un nombre que la hace distinta… Dis Tinto Taberna.
Aquí, hay una fórmula muy bien pensada en la experiencia y el buen hacer. Ya sabéis que servidora es buscadora de esto y cuando lo encuentra le rinde culto.

Cuando cruzas el umbral de la puerta, tu cabeza ya está dando vueltas y más vueltas con las más de 300 referencias de vinos, una apuesta asegurada en una taberna moderna… Así si!. Puedes probar pequeñas bodegas que no se encuentran en grandes superficies, vinos nacionales e internacionales, marco de Jerez… Todos a un precio asequible y algo que me parece mágico, “el copeo”. Y, si hay buenos caldos en una taberna, deben servir buenos manjares que se pueden degustar en barra o en mesa. Yo me quedo en la barra y me dedico a hacer el ejercicio que más me gusta: Mover con mucha elegancia mi bigote.

Una materia prima de primerísima calidad, con una tradición muy bien fusionada con las nuevas tendencias. Desde luego, esta tradición hace honor a la comida madrileña. Qué locura los “rollitos de oreja con salsa brava” y el “atún rojo sobre lima de mahonesa de chiplote macerado con aceite de soja y sésamo“.

Que se pare el mundo que yo me quedo con el deleite de mis sentidos.

Hasta la semana que viene

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