Como sabéis me encanta descubrir sitios nuevos y la semana pasada me encontré con una grata sorpresa, el Restaurante Roostiq.
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Se trata de un restaurante en pleno Chueca donde elaboran su cocina a fuego en tres variantes: fuego de leña en horno napolitano, fuego a carbón en parrilla y a fuego directo. Estos platos cuentan con alimentos de temporada que provienen de su propia dehesa en Ávila. Allí cultivan su propia huerta y crían pollos de corral y cerdos de bellota.
En este restaurante no vas a tener el problema de no encontrar algo que te gusta. Sus platos son de gran variedad, podemos disfrutar de una pizza artesana, pasando por sus frescas carnes o saboreando una opción más ligera como acelgas. Tras la visita, puedo afirmaros que la carne es una delicia y de muy buena calidad. Nosotras nos decantamos por probar una paletilla ibérica de crianza propia que estaba buenísima y un solomillo digno de mencionar. También probamos la deliciosa picanha y una riquísima pizza margarita.
Todos estos platos los puedes acompañar con un buen vino y es que en este restaurante tienes hasta 78 opciones donde elegir. Y, para terminar, puedes escoger uno de sus postres caseros. Nosotras no degustamos ninguno porque temíamos explotar. Y como tenían una pinta exquisita, decidimos que lo mejor era volver otro día a Roostiq porque me quedé con ganas de probar tanto los postres como los torreznos con Moët&Chandon y las acelgas salteadas.
Además de su comida, el servicio es impecable en un ambiente de lo más cool, donde la cocina a la vista es la gran protagonista. Sin duda, volveré pronto.
Have a lovely day! @mariamontana_lifestyle
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