Rocío Carrasco aclara si fue infiel a Antonio David Flores con Fidel Albiac: “Con Fidel llegó la luz, la ilusión, el amor, el apoyo, llegó la comprensión…“.
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Rocío Carrasco ha vuelto a hablar alto y claro en el episodio cuatro de ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva‘. En la nueva entrega emitida este domingo, titulada ‘Muera el amor’, la hija de Rocío Jurado ha recordado el verano de 1999, cuando decidió divorciarse definitivamente de Antonio David Flores y momento en el que conoció a Fidel Albiac. Con una gran sonrisa, ha recordado la primera vez que vio a su actual marido y ha recalcado hasta la saciedad que nunca le ha sido infiel al padre de sus hijos.
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“Él utilizaba que yo le había los cuernos. No lo hice nunca”
“Durante el verano de 1999 fue donde empezó todo el vapuleo mediático. Antonio David empezó a construir una historia y para demostrar que yo era mala madre él utilizaba que yo le había los cuernos. No lo hice nunca. Lo debería de haber hecho”, ha comenzado explicando. “Ese verano aparece Fidel. Estaba en la puerta del chalet de la casa de mi madre comiendo pipas y de repente veo que va pasando por la calle con una amiga de mis primas. Salí por la cancela, me lo presentaron y dije ¡hostia! No sabía dónde meterme, fue un impacto grande cuando le vi, en ese mismo momento supe que de alguna forma era para mí“, ha detallado sobre el flechazo que sintió en el momento que conoció a Fidel Albiac en Chipiona.
También, por primera vez, ha confesado cómo comenzó su historia de amor con Fidel Albiac en su momento personal más complicado y tras vivir una auténtica “pesadilla” al lado de Antonio David… “Entablamos una relación d e amistad pura y dura. Hablamos mucho por teléfono, íbamos a la playa. Me volvía loca, gustar es poco, pero yo era consciente de que él estaba saliendo con una persona y yo no le iba a hacer a nadie lo que me hicieron a mí. Todo lo que ha contado Antonio David cuando nos vio es mentira, yo lo que hice fue despedirme, me fui a mi casa. Nadie estaba encima de nadie, no es real, no es ni su verdad ni la mía, simplemente no es real, nadie se asustó“, ha querido aclarar negando así el testimonio de su exmarido sobre una posible infidelidad.
“Llegó la luz, la ilusión, el amor, el apoyo, la comprensión, llegaron muchísimas cosas buenas”
Además, no ha dudado en declarar su amor a su marido: “Nuestro primer beso fue maravilloso, estaba flotando. Llegó la luz, la ilusión, el amor, el apoyo, la comprensión, llegaron muchísimas cosas buenas. Lo que pasa que han puesto muchas trabas, pero no lo han conseguido. En esta historia no he sufrido yo sola“.
Desde entonces, Fidel Albiac se ha convertido en el máximo apoyo de Rocío Carrasco durante estos 20 años, una relación que siempre ha estado llena de sombras pero la hija de Rocío Jurado defiende a capa y espada asegurando estar tan enamorada como el primer día.
El grave accidente
Sin embargo, el comienzo de su relación no fue nada fácil para ambos. Al poco tiempo de empezar a salir, Fidel y ella tuvieron el accidente casi mortal para Rociíto y por el que estuvo un mes hospitalizada. Fue ahí cuando ella y su padre se distanciaron y es que, según explica ella más, tras sufrir este accidente, su familia culpó a Fidel del mismo. “Hacen que lo atiendan mínimamente. No le dejaron ni 24 horas en observación que era lo mínimo tras un accidente tan grave. Mi padre le dijo que era mejor que se fuera del hospital. Él contestó que aquella era una decisión que ella tenía que contar. Todos ellos se permitieron el lujo de hacer eso porque pensaban que yo me iba a morir. Si no, no tienen cojones de hacer eso. ¿Ninguno era consciente de que él viajaba en el coche? ¿Dónde está la humanidad? Eso no se hace con nadie“, recuerda, muy dolida por el trato que le dio su familia a su pareja.
Cuando despertó del coma inducido, fue la propia Carrasco quien tomó las riendas de las visitas en el hospital. “La que mandaba era la menda”. A su salida del Doce de Octubre, salió arropada de todos sus seres queridos pero sin su padre, que no estaba en Madrid en esos momentos, y, de haber estado, tampoco habría sido partícipe de ese día.
“Fidel en ese momento iba a vivir en mi casa que, por así decirlo, era la suya. También le echaron de mi casa. Le sacaron“, afirma, sin poder evitar emocionarse. “No tenían derecho porque esa era mi casa”, añadió. Entonces Fidel tomó la decisión de irse a vivir junto al bailaor Antonio Canales, un buen amigo de su familia.
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