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La reina Letizia apuesta por un look total black para una noche de ópera
Después de dos años y medio, este martes regresaban por fin las cenas de gala al Palacio Real de Madrid, y, con ellas, los espectaculares diseños de gala y las piezas más impresionantes del joyero real, incluyendo las tiaras. Así este martes la Casa Real se vestía de gala para ofrecer una cena en honor al presidente de Italia, Sergio Mattarella, después del parón obligado por la pandemia.
La expectación era máxima por volver a ver a los reyes don Felipe y doña Letizia con sus máximas condecoraciones en el Palacio Real y por saber qué tiara elegiría la Reina después de dos años sin abrir el joyero real. Para la ocasión, la consorte ha apostado por la conocida como la Tiara Rusa, una de las más espectaculares.
Se trata de una pieza realizada en platino, con 14 perlas y diamantes en talla brillante que Alfonso XII regaló a María de las Mercedes, la madre del rey Juan Carlos. Cuando la condesa de Barcelona falleció, sus tres hijos la recibieron en herencia pero el emérito compró su parte a sus hermanas para regalársela a la reina Sofía. La reina Letizia la lució por primera (y última hasta hora) vez en noviembre de 2018.
Además, ha rescatado de su joyero real el collar pequeño de chatones con su pulsera y el broche con la increíble perla de La Peregrina, que ha combinado con sus pequeños pendientes de brillantes que tanto utiliza, tanto en eventos de día como de noche. Y, su inseparable anillo dorado de Karen Hallam.
Como broche de oro a su perfecto estilismo para una noche de gala, la Reina estrenado un elegante vestido negro de Armani, guiño italiano con un gran maestro de la costura. Se trata de una creación negra de tirante ancho y escote corazón que realza el pecho y que sorprende por ser más pronunciado que los que lleva habitualmente. Cuenta además con unos estratégicos drapeados en la cintura que generan esa sensación ‘de avispa’, de donde parte una falda acampanada con mucha caída.
Ha completado su estilismo con unos sencillos stilettos negros y su adorado bolso Knot de Bottega Veneta a juego, cediendo el protagonismo a las grandes protagonistas del look: las joyas. Y, por supuesto, la banda cruzada con las condecoraciones no podía faltar. Era la de Orden al Mérito de la República Italiana, en honor del invitado.
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