Vestido totalmente de blanco al igual que el resto de la tripulación, comprobó la complejidad que supone mover este bello dinosaurio de la vela e incluso tuvo tiempo de llevar la caña del barco.
El tenis no es el único deporte que Rafa ha practicado en Monaco. El mallorquín ha disfrutado también de la vela, a bordo de una embarcación con un dueño de excepción: el príncipe Alberto.
Se trata del velero ‘Tuiga’, un legendario barco de 15 metros botado en 1909 que ha participado en muchas regatas.
El mismo barco con el que el duque de Medinaceli retaba hace más de un siglo a Alfonso XII, quien poseía el legendario Hispania (gemelo del Tuiga), por aguas de Cowes, San Sebastián y el Mediterráneo.
Su armador, Alberto de Mónaco, no ha dudado en prestárselo a Rafa. El número 1 de la ATP se ha mostrado muy contento con la experiencia.
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