¿Cómo convertise en un buen madrugador?
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¿Te cuesta salir de cama por las mañanas? ¿remoloneas y alargas un poquito más las alarmas? Igual te sientes culpable por ello, quieres cambiar y por ello estás leyendo estés post. Probablemente las razones por las que te cuesta madrugar son muchas y tienen incluso importancia: desde haberte quedado embobado cotilleando en Instagram, hasta haber lidiado con temas relacionados con tus hijos, o trabajo que tenías que acabar sí o sí.
Lo que está claro, es que esto de madrugar requiere algo de adaptación, tanto física, como psicológicamente hablando, por tanto implica en ello un desarrollo personal, necesario para lograr modificar nuestros hábitos suficientemente y además hacerlo con éxito.
¿Cómo ser capaces de madrugar y convertirnos en personas mañaneras? ¿Cómo superar el conflicto de por un lado quedarnos en la cama y por otro querer madrugar para aprovechar el día? Hay una versión ideal de nosotros que se levanta temprano y que además está a nuestro alcance. Primero, aquí algunos consejos:
- CLARIDAD: ¿tienes una idea clara de cuáles son tus necesidades? ¿qué tipo de patrón encajaría mejor con tu estilo de vida deseado? Peguntamos esto antes de pasar a la técnica para convertirnos en madrugadores, ya que es importante ser honestos y realistas con nosotros mismos. ¿Cuáles son tus prioridades? En otras palabras, si amas la vida social, la vida nocturna, ¿crees que es realista ser madrugador? Si la respuesta es que SI, piensa si quizás debes incorporar siestas diarias. Piensa que ocurriría con tu pareja y tus hijos si programas la alarma a las 6:30 de la mañana. Piensa también como puedes ser madrugador a la vez que compaginas el ritmo de quienes viven en tu casa, así como el ritmo que implica tu trabajo. Igual tu trabajo implica viajar mucho, ¿cómo afecta eso a tu descanso? Con todas estas reflexiones queremos demostrarte como la claridad es necesaria para que tus decisiones funcionen y se sostengan. Muchas personas fracasan en su intento de querer ser madrugadores porque ignoran otros aspectos que implica el ritmo diario de su vida y solo se levantan temprano unos días, tardando poco en volver a sus patrones anteriores.
- EXPERIMENTA CON DIFERENTES ACERCAMIENTOS: Obviamente todos somos únicos y diferentes y por tanto no a todos les toca eso de ser madrugador. Sin embargo, existen tres vías a través de las cuales puedes empezar a adquirir nuevos hábitos y a través de los cuales madrugar no te resulte tan complicado:
- Sigue el mismo patrón de descanso todos los días: ¿con cuantas horas te sientes descansado? Una vez sepas si son 7 u 8 horas, o las que sean, ponte una hora para irte a dormir y otra para levantarte. Esto es ideal para personas que se encuentran en ambientes controlados, con horarios muy organizados en su rutina. Ten en cuenta que los primeros días serán difíciles ya que no podrás dormirte a la misma hora todas las noches hasta que te acostumbres al nuevo itinerario.
- Ve a la cama cuando tu cuerpo se sienta cansado y levántate por la mañana completamente descansado: este método está basado en el propio ritmo natural del cuerpo y es de más utilidad cuando se trabaja desde casa. Por supuesto, aunque te acuestes tarde, duerme solo las horas que necesita tu cuerpo para estar descansado. No te tires 10 y 12 horas metido en la cama. Este método no garantiza que vayas a ser un madrugador, especialmente si no estás cansado hasta horas intempestivas de la noche.
- Combina ambos métodos si tu rutina te lo permite: vete a la cama cuando te sientas cansado y programa una alarma a la misma hora todas las mañanas. Una vez suene el reloj, estírate y levántate inmediatamente, no empieces a encogerte y hacerte un nudito en la cama. Levántate y vete directo al baño a lavarte la cara o a la cocina a desayunar. Comienza tu día. La belleza de este método es la simplicidad para ajustarse. Si te fuiste tarde a la cama, lo más probable es que al día siguiente te quieras ir antes a la cama para recuperar el sueño. De esta manera tu cuerpo se ira ajustando a unos horarios de acostarse y levantarse.
Madrugar puede resultar complicado, pero realmente ser un madrugador en tan solo 5 o 6 días puedes lograrlo y más cuando tienes un objetivo concreto. Son múltiples las ventajas que encontraras en ello: levantarte fresco y descansado, haberle ganado al día algunas horas más, ser mucho más productivo, incluso conseguir un tiempo por la tarde para tus hobbies, un tiempo para tu disfrute personal. ¡Anímate a ello!!!
PSICOLOGIA CLAVE: Elena Sánchez-Porro Frías e Irene Albert Cebriá
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