Es normal encontrar nuestra piel más seca y deshidratada en los meses de invierno, ya que los vasos sanguíneos reaccionan estrechándose ante el frío, además del problema de la calefacción u otros.
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Precauciones que debemos tomar ante la llegada del frío
Con el cambio de temperaturas, la piel sufre demasiados cambios térmicos, por lo que es recomendable en primer lugar, la utilización de cremas que dispongan de principios activos regeneradores, reparadores y protectores, como las cremas Germain de Capuccini. Sobre esto último, debemos recordar que también en invierno, o cuando llega el frío, hay que aplicar sobre la piel el grado de protección solar que habitualmente usemos. No porque los rayos de sol actúen de manera distinta que en verano, se ha de bajar la guardia.
Los mejores cosméticos para pieles secas y sensibles al frío
Básicamente, productos con texturas ricas, activos calmantes, regeneradores, protectores y antiinflamatorios son la mejor solución para este tipo de pieles ya que nos ayudarán a eliminar la molesta sensación de tirantez e irritación.
Principales problemas que suelen afectar a la piel cuando bajan las temperaturas
Cuando esto ocurre, nuestra piel se contrae y disminuye su irrigación. La falta de oxígeno y otros nutrientes otorgan a la piel un tono apagado. También se produce una sensación de tirantez, impidiendo la secreción sebácea de nuestras glándulas y dejando la piel muy seca y sensibilizada. Especialmente ello incide en la zona de los labios, lateral de la nariz y las manos. Asimismo, un cambio de temperatura extrema durante un largo periodo de tiempo puede debilitar los capilares cutáneos. Si estos se debilitan, acabarán siendo más permeables, llegando incluso a provocar una cuperosis.
Piel seca en invierno
Existen cinco tipos de cutis: normal, seco, graso, mixto y sensible, todos ellos regulados por factores como la genética, la edad, el estilo de vida e incluso las condiciones ambientales momentáneas. Esto significa que el estado de tu piel puede variar considerablemente en función de los numerosos factores internos y externos a los que esté sometida en un periodo de tiempo determinado. La palabra “seca”, describe un tipo de piel que produce menos sebo que la normal, ya que los lípidos de la epidermis y algunas proteínas, son responsables de mantener el agua y evitar la deshidratación.
Cuando el cuerpo tiene un déficit de lípidos o proteínas, el agua puede evaporarse más fácilmente de las células cutáneas. Sin agua, la tez se reseca y pierde su barrera protectora contra las influencias externas, lo que puede dañarla con mayor facilidad, provocar erupciones y un aspecto escamoso.
Por ello, para prevenir la piel seca en invierno es my importante hidratar regularmente con una buena crema hidratante en cara y cuerpo, cambiar los hábitos de baño, utilizando agua tibia en lugar de caliente y no pasar más de 5-10 minutos bajo la ducha, ni tampoco usar esponjas u otros materiales diseñados para frotar la epidermis. También es recomendable beber mucha agua que hará que la dermis esté más joven y brillante.
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