Deshidratación, sequedad y tirantez son algunos de los problemas que suele sufrir la piel en invierno. Hemos seleccionado los tratamientos más recomendables para cuidar la piel durante estos meses de frío: desde punteros protocolos con tecnología de la NASA, hasta crioterapia y ultrasonidos.
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Máscara Led hidratante con luz amarilla
Índice de Contenidos
El tratamiento facial que llegó del espacio. La tecnología usada por la NASA es la base de esta avanzada y novedosa máscara de luz LED que consigue una piel tersa y jugosa en una sola sesión. La Máscara de luz LED (diodos emisores de luz de baja intensidad) emite energía en forma de luz que estimula los tejidos. En función de la luz utilizada sus usos son muy variados. En este protocolo facial, se usa la luz amarilla para dar a la piel un plus de hidratación
La luz amarilla aporta mayor tersura y elasticidad a la piel, ilumina la piel, rejuvenece progresivamente las zonas tratadas y mejora visiblemente el aspecto.
Protocolo:
1.Se desmaquilla y limpia bien la piel de rostro, cuello y escote.
2.Se realiza un peeling preparatorio de la piel.
3.Se coloca la máscara de luz LED amarillo durante 20 minutos.
4.Se extiende un suero súper hidratante capaz de llegar a las capas más profundas de la piel.
5.Con un masaje remodelante se extiende una crema hidratante por toda la zona consiguiendo un efecto inmediato y prolongado.
Fortalecimiento y rejuvenecimiento facial con ultrasonidos LDM
El tratamiento con el equipo LDM es capaz de hacer llegar hasta las capas más profundas de la piel activos como el ácido hialurónico, estrella de este tratamiento mediante diferentes funciones ultrasónicas introducido mediante fonoferesis en todo el rostro, sin agujas ni dolor.
Gracias a la liberación en grandes dosis de ácido hialurónico en todo el tejido de rostro, cuello y escote, la piel mejora su capacidad de retener agua, se estimula la producción de colágeno, se rellenan arrugas y arruguitas, se oxigenan las células cutáneas, los nutrientes circulan y llegan mejor a todas las células y el tejido se ve más jugoso y fresco.
¿El resultado? Una piel hidratada, luminosa, firme y sin rastro de poros abiertos, además de una barrera epidérmica fortalecida.
Protocolo:
1.Se desmaquilla y limpia la piel de rostro, cuello y escote con una leche limpiadora y tónicos adecuados al tipo de piel del paciente.
2.Se aplica el LDM por rostro, cuello y escote (evitando la zona tiroidea). El aplicador se pasa a través de suaves círculos ascendentes.
3.El protocolo finaliza con la aplicación de una crema específica según el tipo de piel del paciente que multiplique los beneficios del LDM.
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