¿Cuántas puede haber? … muchas… infinitas. Tantas como la imaginación sea capaz de crear y las parejas tengan ganas y deseo de disfrutar.
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Lo que es muy, muy importante es que no hay que obsesionarse con conseguir el “orgasmo al mismo tiempo”. Cada duración es personal y no se trata de acompasarse para confluir en un punto tan complicado de conseguir al unísono… Las posturas están para disfrutarlas, probarlas, cambiarlas,.. no para hacer carreras para “llegar al mismo tiempo”.
Se pueden comentar algunas y ver las características que encierran cada una de ellas desde un punto de vista erótico y de consecución de placer.
Postura “A Terno”. Esta es una postura en la que la mujer esta tumbada boca abajo y el hombre esta tumbado sobre ella de manera que su pecho se apoya en la espalda de ella. La penetración en este caso es vaginal, pero desde atrás. Es una postura en la que la mujer puede sentir mucho placer pues, en cada penetración se consigue movilizar desde atrás los músculos y la piel de la zona vulvar y perineal, consiguiendo así una alta estimulación de la zona. Por otro lado el hombre puede acceder con la mano y estimular por delante a la mujer a nivel del clítoris y esto aumenta más el placer y la consecución de orgasmo. Es una de las posturas más sugeridas en mujeres que tienen dificultad para conseguir un orgasmo.
Postura “En Cabalgada”, también se la llama “de Andrómaca”, por las escenas comentadas en Homero. En esta, la mujer se sitúa a horcajadas sobre el hombre tumbado. Aquí el control es totalmente de la mujer y esto puede llevar a conseguir más placer, él, por otro lado, tiene una alta excitación visual. Bien es cierto que el hombre no controla tanto sus movimientos y esto puede restar cierta concentración, pero se compensa y bastante con la erotización visual. Es una postura que suele introducirse en las últimas fases del asesoramiento en eyaculación precoz y de anorgásmia masculina.
Postura “Del Cartero”, la cual recibe este nombre en alusión a la escena erótica de dicha película. En esta postura la mujer esta boca arriba sobre una mesa o algún mueble que consiga una altura ajustada a la zona de la cadera del hombre y pueda penetrarla vaginalmente, estando este de pie. Es una postura que produce un alto nivel de erotización a la pareja, además aquí el hombre lleva el control de sus movimientos y esto es ventajoso en dos sentidos, por un lado consigue un alto placer físico y por otro, puede parar muy cómodamente y proseguir cuando quiera, por eso es una de las posturas ideales en las terapias tanto de disfunción eréctil como en eyaculación precoz.
Postura “Del Misionero”. Diversos estudios y encuestas referidas a este tema reflejan que es la más practicada en una pareja heterosexual. En esta postura el hombre es el que lleva el control tanto en la situación como en sus movimientos, acompasándolo de tal manera que le lleve a conseguir mucho placer. Pero para la mujer también puede ser una postura muy excitante, pues con los movimientos de empuje puede conseguir un roce constante en la zona del clítoris. Por otro lado el contacto “cara a cara”, la hace más propicia para los besos, para decirse cosas, para mayor comunicación verbal, de miradas, etc.…
Postura “De la Cuchara”, donde los dos de lado y tumbados pueden acompasar movimientos en los que se consigue una penetración vaginal desde atrás. Una variante de esta postura es la de “Embestida”, que suele denominarse también como “a cuatro patas”. Esta postura suele ser una de las preferidas de los hombres, pues se consigue una penetración más profunda y hay mucho control en los movimientos, y también es muy satisfactoria para la mujer pues, si el hombre se queda quieto y es ella la que se mueve y toma el control de los movimientos puede centrarse más en la consecución de su placer, además siempre se puede aumentar aun mas, porque el hombre puede acariciar la zona genital de ella de manera muy fácil.
Estas son solo algunas…la imaginación y el deseo, están para probar todas las que se ocurran.
Por Ana Cabello Fernández.
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