Se acerca el final del año. Haya sido más o menos bueno o más o menos malo, lo cierto es que nos gusta despedirlo y dar la bienvenida al nuevo para entrar en él con buen pie.
Esta noche tendemos a vivirla con ilusión. Hay un deseo de renovarse con el calendario y empezar de nuevo. Cumplimos con la tradiciones de rigor, como tomar las uvas o vestir algo rojo. Tememos que, si no lo hacemos así, estemos atrayendo la mala suerte.
Dejando de lado estas pequeñas supersticiones que forman parte de nuestra cultura y de nuestra tradición familiar, queremos centrarnos en esas pequeñas cosas que nos ayudan a sentir que, efectivamente, estamos cambiando, renovándonos.
Podríamos llevarlas a cabo en cualquier momento, al terminar un proyecto, al conseguir un objetivo, etc. Pero por ponerlas en marcha con el cambio de año adquieren un significado especial.
Queremos poneros algunos ejemplos de acciones que podéis realizar antes de que acabe el año, o bien al comienzo del nuevo, para aprovechar al máximo este aire renovador. Después de todo, el cambio es continuo e inevitable. Algunas veces nos trae desafíos y dificultades; otras nos permite mirar hacia el futuro y deshacernos de lo que ya no nos representa.
LIMPIEZA Y ORDEN
A veces, para comenzar con un cambio importante, basta únicamente con poner un poco de orden. Por ejemplo, cuando terminamos un proyecto solemos recoger nuestro escritorio, almacenar las cosas que ya no vamos a necesitar, etc. También renovamos el armario con el cambio de estación, por ejemplo, o escogemos ropa nueva cuando vamos a cambiar de trabajo. Son estos pequeños gestos los que nos hacen sentir que, efectivamente, el cambio va a tener lugar y que nos estamos preparando para él.
Limpiar también es una actividad que puede hacernos esta en el momento presente. Podemos dejar la mente en blanco y limpiar nuestra casa, como si la dejásemos preparada para una nueva etapa. Cuidamos de las cosas que son importantes para nosotros y las alistamos para estar cómodos.
CORTARSE EL PELO
Este pequeño gesto es identificado por la mayoría de nosotros como un signo de que algo está cambiando. El deseo de vernos diferentes, y de que los demás nos vean diferentes, tiene que ver con la necesidad de cambiar que todos experimentamos. A veces necesitamos transmitir con nuestra apariencia lo que sentimos en nuestro interior. Un buen corte de pelo, que nos haga sentir favorecidos, puede elevar nuestra autoestima y ayudarnos a afrontar lo que está por venir.
PROPONERSE UN OBJETIVO
Todo proceso de renovación está lleno de nuevas oportunidades y desafíos. Por suerte, al cambiar de año, podemos elegir uno de estos proponiéndonos un nuevo objetivo. Tal vez estemos pensando en uno típico, como dejar de fumar, que seguro encabeza las listas de los objetivos de Año Nuevo. Otros relacionados con la salud también pueden ser comenzar a correr, pasar más tiempo al aire libre, bajar de peso, etc. También podemos concebir objetivos relacionados con el trabajo o los estudios, como cursar una carrera o realizar un curso especial, lograr un ascenso o proponernos para ese puesto nuevo. Sea cual sea el objetivo, os recordamos que las claves para hacerlo realizable son: que los objetivos sean alcanzables y definibles, que tengamos un plan de pequeños pasos, a ser posible, progresivos y que nos apliquemos con constancia y fuerza de voluntad. Si estamos atentos a lo que vamos consiguiendo y nos recompensamos por nuestros pequeños logros podremos sumar este objetivo a la lista de conseguidos.
Os deseamos una feliz entrada de año y que el 2018 os traiga un montón de cosas buenas.
Elena Sánchez-Porro Frías e Irene Albert Cebriá.
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