Separar los incisivos, limar los caninos, incrustar piedras preciosas en la dentadura, tatuarse los dientes… las piezas dentales se convierten en un complemento de moda y cada vez son más los beauty teeth victims que acuden a la consulta de odontólogos solicitando las técnicas más insólitas.
Los especialistas de la Clínica Dental Córdoba del Pozo Wellness repasan las cinco tendencias más extendidas – y peligrosas- para la dentadura y señalan las causas.
Diastema o gap teeth. Pasillo interdental
La primera en seducir con esta imperfección fue Brigitte Bardot, pero en la actualidad son muchas las modelos y actrices que presumen de rostro aniñado gracias a esa separación entre los incisivos. Vanessa Paradis, Lara Stone o Georgia Jagger son algunas. En el caso de ellas, la separación es natural, pero la diastema se ha convertido en la imperfección dental más trendy de los últimos años y son muchos los que acuden a la consulta del dentista para hacerse con ella.
¿Cuál es el proceso? Lo más habitual es recurrir a los brackets para provocar la separación entre los incisivos. También puede realizarse recurriendo al stripping, una técnica de limado con la que se puede rebajar hasta un milímetro de cada lado del diente, o a través de una ortodoncia, siempre que se tenga en la encía suficiente espacio. Si no fuera así, habría que llegar a extraer incluso algunas piezas.
Consecuencias. Nada buenas. La separación entre los dientes es un problema que se debe corregir y no provocar. El aire escapa continuamente entre los dientes resecando los labios y si la diastema supera los 2 mm. puede impedir comer y beber con normalidad. Cualquier cambio provocadoen la estructura dental afecta a la mordida, e incluso a la columna vertebral o cervicales. Sin embargo, lo más grave es el problema higiénico. Un espacio entre los dientes provoca la acumulación de bacterias y contención deplaca bacteriana, por lo que el riesgo de caries es más frecuente.
Grills. Joyería dental
La moda de llevar piedras preciosas o metales incrustados en los dientes –extendida en los 80 por los raperos- ha vuelto por culpa de Kate Perry, Rihanna, Miley Cirus, o el nadador Ryan Lochte, que decoró toda su dentadura de diamantes tras ganar su medalla de oro.
¿Cómo se colocan? En el caso de Lochte se trataba de un retenedor dental realizado a base de diamantes. Ya en las tribus americanas se decoraban los dientes con pedrería que se colocaba sobre perforaciones que se hacían sobre ellos con los métodos más rudimentarios. En la actualidad se diseñan a medida del mismo modo que otro tipo de prótesis dentales. Solo lo puede colocar un especialista, que ha de tomar una impresión dental para fabricarla. El fin es utilizar la joya como un retenedor o prótesis removible, pero también está la opción de pegarlos a los dientes con adhesivos permanentes o material de empaste. En ese caso, hay que raspar la superficie del diente para que encajes y se provoca mucho desgaste.
Consecuencias. Los grills alteran la morfología de la pieza dental, ya que se trata de estructuras invasivas y agresivas tanto para los dientes como para las encías. Desde el punto de vista higiénico, dificultan un correcto cepillado y aumentan el riesgo de padecer caries, ya que hacen que quede retenida la placa dental. Los metales además, pueden causar alergias o irritación. Si al quitarlos no se limpian bien, se acumulan microbios en los poros del metal y al volver a colocarlos sobre la superficie del diente liberan acido y lo descalcifican.
Piercings. Sí, afectan a los dientes. Ya sea len lengua o labios, comprometen la salud bucodental. Conllevan una perforación en los tejidos blandos y cada gesto que se lleva a cabo a diario afecta a la dentadura.
Consecuencias. Pueden provocar desde roturas hasta la pérdida total de piezas dentales. Estas piezas metálicas, sean del material que sean, van golpeando a la dentadura al reír, comer o hablar. También pueden provocar problemas de recesión en las encías.
Tatuajes . La última moda
Lucir todo tipo de imágenes en los dientes es otra de las tendencias del momento. Sonreír y dejar ver un corazón, un símbolo étnico o una carita feliz es cada vez más habitual entre los jóvenes, que llegan a imprimirse hasta el rostro de sus personajes favoritos. El proceso. Hay quien piensa que el tatuador apunta su pistola de tinta directamente sobre la superficie del diente, pero no es así. El dibujo se realiza sobre una funda o carilla de porcelana con un coste adicional sobre el precio
estándar.
Consecuencias. Cuando es necesario el uso de fundas o carillas, nadie puede impedir que el paciente elija un diseño propio. El problema comienza cuando personas con dentaduras sanas deciden seguir esta tendencia y son capaces de sacrificar piezas dentales. Por el momento no se han dado muchos casos, pero esta práctica podría estar por llegar.
Yae ba. Yo vampiro
La más retorcida de las modas dentales procede de Japón. Allí, tener los dientes superpuestos y los colmillos hacia fuera es un símbolo de belleza y no faltan incluso revistas dedicadas a mostrar modelos con este tipo de dentadura. El gobierno japonés se ha visto obligado a lanzar campañas para que las jóvenes japonesas acudan al dentista a corregir este problema, pero ellas se niegan a corregir un defecto que resulta sexy. En occidente, los colmillos salientes responden a modas “vampíricas”. Sagas, series y películas hacen mella en muchos adolescentes y jóvenes que ven trendy limar los caninos para emular a sus ídolos.
El proceso. El yaeba (dientes dobles) se puede lograr de forma temporal colocando unas carillas dentales en los caninos para hacer que resalten. Otras veces, los dientes se liman hasta dar con la forma deseada. Sin embargo, el resultado permanente implica una ortodoncia agresiva para provocar que los molares empujen a los caninos hacia delante y éstos destaquen. Hay quien pasa por este proceso.
Consecuencias. Se trata de una manipulación peligrosa para la salud de los dientes. Deformarlos supone forzarlos y que la mordida no sea la adecuada. También puede provocar fracturas, desgaste, enfermedad periodontal, bruxismo y dolor articular y muscular, dado que se estaría forzando a la mandíbula a adoptar posturas antinaturales.
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