¿Cuántas veces podemos oír cuando se habla de sexo lo de “uh, yo ya estoy muy mayor para eso”?. En nuestra sociedad en algunas ocasiones existe una cierta limitación de edad en cuanto a la práctica de las relaciones erótico-sexuales. Realmente, ¿nos hacemos mayores para el sexo?
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Durante mucho tiempo la función sexual ha estado firmemente unida a la función reproductiva, y por otro lado los roles que la sociedad atribuye a la las distintas edades e imágenes sociales, establecen un comportamiento predeterminado, dificultando que el individuo de más edad, finalmente, pueda decidir su comportamiento sexual.
Es cierto que algunas personas de mayor edad tienen actividad sexual, de acuerdo a datos de estudios realizados en distintas épocas (Kinsey, Pfeiffer, Master&Johnson), pero también es cierto que en mucho menor porcentaje del que se podría tener. Y esto en realidad es un lástima porque la sexualidad nos aporta a todas la edades, bienestar, calidad de vida y mejor relación con la pareja.
Motivos y soluciones
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Los motivos por los cuales al ir cumpliendo años bajan las relaciones pueden ser variados, pero puede haber solución en la mayoría de los casos para todos.
Veamos varios ejemplos:
-Mujeres en postmenopausia: Nuestra sociedad es dura en este sentido y pega un primer toque negativizando este proceso. Sin embargo, aquí la mujer tiene la oportunidad de encontrarse de nuevo. Por supuesto que aunque no tenga menstruación, fisiológicamente puede tener todo el deseo sexual que su cerebro quiera y su respuesta sexual será la que ella quiera. En algunas tribus indígenas de América del Norte, a la mujer que entra en menopausia se le da todavía más valor y pasa a tener mayor atractivo.
No hay ningún aspecto orgánico que afecte a la sexualidad, además el principal órgano sexual, que es el cerebro, está en perfecto estado.
-Toma de medicamentos: En algunos casos como los antidiabéticos, los antipedresivos, los beta-bloqueantes (hipertensión), los inhibidores de testosterona (problemas de próstata), etc.…pueden tener como efectos secundarios, disfunción eréctil. En estos casos el varón da como zanjada su actividad sexual… ¿Por qué? Tal vez sea porque se tenga una visión demasiado coitocéntrica de la relación sexual. En este caso podría darse la importancia adecuada a las relaciones eróticas, por ejemplo. Esta comprobado que desgenitalizando las relaciones se evitan miedos y presiones, y se redescubren sensaciones de placer en las caricias, besos, masajes, juegos eróticos, etc.. que finalmente dan mayor confianza, sobre todo en este caso en el varón y aunque esté tomando esa medicación, puede llevar una vida sexual, más que placentera. Y nunca hay que olvidar el sexo oral o el manual, o el uso de “juguetes sexuales”.-Visión corporal: Es verdad que nuestro cuerpo cambia, a veces tanto que puede costar reconocerse. Algunas personas piensan que no van a resultar atractivas y eso les hace bajar su deseo y dejar de buscar placer. El cuerpo cambia, sí, pero podemos mantenerlo en mejores condiciones para sentirnos saludables y lo más a gusto posible… Asumir que los años pasan y encontrar la belleza donde nunca dejó de estar. El cuerpo no deja de sentir placer y de poder producirlo en otro, por mucha edad que tenga.
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