Victoria Beckham ha conquistado la pasarela neoyorkina con su nueva colección primavera-verano 2017 con un nuevo lema: renovarse o morir. Con una sonrisa, su melena suelta, amplia camisa blanca, pantalones beige y sandalias planas, Victoria Beckham deja atrás su imagen “encorsetada” y siempre subida a sus tacones de vértigo, de sus inicios como diseñadora.
Victoria Beckham recibía el aplauso de su público al final del desfile de su nueva colección primavera-verano 2017, que ha presentado en la Semana de la Moda de Nueva York.
Después de su anteriores colecciones en las que las piezas sastre y las siluetas minimalistas se habían convertido en su seña de identidad, Victoria Beckham ha tomado como suyo el lema renovarse o morir y ha presentado una colección en la que toma un nuevo rumbo. Eso sí, sin perder su esencia.
En ese nuevo rumbo podemos ver prendas románticas y delicadas de suaves siluetas que envuelven a la mujer en sedas, terciopelos, punto y tejidos frescos y livianos donde, a pesar de que el corte y los patrones siguen siendo el centro de la colección, por primera vez la diseñadora ha otorgado a los materiales y a las telas una importancia igual de meritoria.
Entre las propuestas más originales, pero aptas para ser lucidas las 24 horas del día, se encuentran aberturas y transparencias donde los escotes caídos muestran inocentemente el ‘bustier’ interior. Con una paleta de colores que incluye desde los blancos más puros y neutros hasta los negros más elegantes pasando por los tonos teja, turquesas, naranjas y azules.
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