Givenchy ha vuelto a sorprender a su público con sus propuestas para la próxima primavera-verano 2016. Desde su particular visión el diseñador italiano Riccardo Tisci apostó por un juego de superposiciones de tejidos, de etnias y de estilos al que solo un genio podía dar coherencia.
https://youtu.be/QyFnAJF3fZ8
Sin duda era uno de los desfiles estrella de la Semana de la Moda de Nueva York, y Riccardo Tisci, director artístico de la casa parisina, ha cumplido y con matrícula de honor.
Con el atardecer sobre los emblemáticos rascacielos, como fondo, y uno de los muelles que se extienden por la rivera del Hudson como escenario, Givenchy hizo su más que esperada entrada en la escena ‘fashion’ neoyorquina. Con una puesta en escena industrial y un concepto dramático creado por Marina Abrahamovic -que llevó monjes budistas y abrazó árboles- todo caminó hacia la inevitable exquisitez y una merecida solemnidad.
Una fiesta bajo el lema: “Yo creo en el poder del amor”, escrito en luces de neón en la pared. Una declaración de intenciones de Tisci para la celebrar los 10 años en Givenchy.
La atención se centró en la faceta más suave de la condición de la mujer, con encajes, drapeados y tops de satén corriendo como seda, junto con pantalones fluidos. El colourscape era casi totalmente en blanco y negro. La mezcla de boudoir y sastrería varonil, de fuerza y suavidad, una colección que caminaba por una línea realmente estrecha.
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