El tema de hoy se basa en la frase que seguramente todos hayamos escuchado en algún momento de boca de alguna de nuestras parejas: “¡Necesito un tiempo!”.
Es una frase con un millón de interpretaciones que llevan a uno a un estado total de pánico y a pensamientos del tipo: “¿Está intentando romper conmigo y no se atreve a decírmelo poniendo como excusa que necesita tiempo y espacio?”. “¿Hay otra persona de por medio y no quiere hablarme con claridad?”. O, ¿realmente está siendo sincero/a y este tiempo va a servir para reestructurar nuestra relación, reflexionar y ver si realmente nos necesitamos el uno al otro?”
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Si os dais cuenta es una frase con un montón de connotaciones que genera mucha confusión, miedo y sobre todo incertidumbre. Probablemente te estés preguntando acerca de cómo reaccionar y qué es lo más útil. Pues, generalmente es una de estas situaciones en las que, o nos quedamos paralizados o gritamos como energúmenos.
De nada servirá si tu pareja te pide un tiempo y empiezas a decir: “¿Por qué quieres tiempo? ¿Para qué? ¿No te atreves a decirme la verdad a la cara?”. En estos momentos en los que la angustia y la rabia nos invaden, la otra persona puede interpretar nuestra reacción como que le estamos presionando haciendo que cada vez se evada más y más. Además sin querer, con esta reacción nos podemos mostrar como personas celosas, inseguras, reforzando así el tiempo que nos piden y que nos digan algo como: “Con esta actitud, creo que es normal que te pida un tiempo, porque las cosas no pueden seguir así”.
Escucha
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Cada caso es único y personal pero si a ti te piden tiempo, lo primero de todo ESCUCHA y no pienses que es una situación matemática, es decir, NO DIGAS: “¿Cuánto tiempo? ¿Un mes? ¿Una semana?”. PUEDES DECIR algo como. “No sabía que te sentías tan mal en la relación. Si es tu decisión no tengo inconveniente en darnos un tiempo, pero antes de todo sí me gustaría saber qué cosas son las que más te han molestado para que en este tiempo yo también las reflexione”. De este modo nos estamos mostrando como personas seguras y asumiendo esta decisión con una actitud calmada que puede hacer que este tiempo sea saludable y hasta salvar la relación.
Sinceridad
En relación a la persona que pide el tiempo, es importante que hable con sinceridad en el momento de hacer la petición. Sabemos y entendemos que terminar una historia no es fácil, sobre todo si la otra persona es absorbente o se muestra muy enamorada, pero excusarse con que se necesita un tiempo no es la mejor forma para ir preparando al otro para el desenlace, aunque se haga con la intención de no herir al otro, porque puede ocurrir que la otra persona se cree ilusiones y expectativas de volver a retomar la relación.
Si la intención no es tapar y disfrazar una separación o una infidelidad se debe dejar muy claro, así reduciremos el miedo y la incertidumbre en la otra persona. Por tanto se debe dejar claro y poner énfasis en cuál sería el objetivo de esa separación.
Analizar los sentimientos y la situación
Una vez separados, aprovechad ese distanciamiento para generar sensaciones y sentimientos de modo que podáis analizar si realmente os echáis en falta, si la relación responde solo a la rutina y si, por tanto, es sano para ambos terminar.
Como decíamos antes, no es cuestión de una semana o un mes. Una vez que tú hayas pensado con calma lo que sientes y necesitas en tu relación, contacta con tu pareja para quedar y hablar de lo ocurrido. Si la otra persona necesita aún más tiempo, respeta ese espacio. Pero es importante que no dejéis las cosas en el aire una vez haya finalizado el tiempo que pedisteis. Reuniros a conversar aun cuando la decisión que uno de los dos haya tomado sea la separación definitiva.
¡FELIZ SEMANA!
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