«Mujer» vuelve a Antena 3 con la segunda parte del capítulo 61. La llegada de Sarp como vecino de Bahar y Arif es inminente. ¿Cómo reaccionarán todos al descubrirlo? No te lo pierdas a partir de las 22:45.
Índice de Contenidos
«Mujer» Capítulo 60: Ceyda se enfrenta a su destino
«Mujer» Capítulo 59: Bahar cierra un capítulo con Arif y pone fin a su relación
Capítulo 61 – Primera parte
Bahar pone al día de Ceyda de sus sentimientos tras haber roto con Arif. Reconoce que ha tomado esa decisión sobre su futuro pensando en sus hijos, no en sí misma. Porque en ningún caso de plantea volver con Sarp: “No habría paz”, reconoce sobre sus dudas, inevitablemente con Sirin y Piril en su mente. En cambio, en Arif todo lo que ve es “bondad”. “Doy gracias a Dios por él”, asegura Bahar, que se lamenta de las circunstancias porque cree que su historia está condenada a no pasar por muy enamorada que esté de él.
Se trata de toda una declaración de intenciones, incluso a pesar de que a nadie le va a parecer bien. Sarp está decidido a alquilar el piso que Munir le ha encontrado en el mismo edificio en el que viven Bahar y Arif. Sarp se justifica asegurando que es para estar cerca de sus hijos. Sin embargo, sabe que va a suponer un enfrentamiento con Bahar, en su empeño por recuperarla, y sobre todo con Arif. De hecho, él podría suponer el mayor obstáculo para la firma del contrato, excepto porque el propietario esta vez es Yusuf, su padre. Mientras, Ceyda le comenta a Bahar precisamente que van a tener un nuevo vecino, sin sospechar la tormenta que se avecina. Todo justo un día antes de que Bahar regrese con sus hijos a su casa.
Ceyda es una mujer nueva, más fuerte y más positiva. Bahar y Arif le han demostrado el poder de la amistad. Por eso, ha comenzado una nueva etapa en la que quiere corregir errores y ser más feliz. Por eso, se arma de valor para volver a la cafetería de Emre. Quiere pedirle disculpas por la forma en la que se ha enterado de que Arda es su hijo y le pide una nueva oportunidad. Quiere que recuerde cómo era ella cuando se conocieron y desconfíe de las habladurías. Sin embargo, Emre no responde. Se queda en un significativo y cruel de silencio que devuelve a Ceyda su tristeza.
Ha llegado el momento de la verdad en casa de Hatice y Enver. Bahar ha reunido a Sarp, Sirin y sus padres en la terraza pidiendo sinceridad total. Está cansada de mentiras y de sospechas que la torturan. ¿Qué pasó realmente entre Sarp y Sirin? Bahar quiere que esta conversación sea la definitiva: cómo se conocieron, cuántas veces se vieron… Las explicaciones de Sarp chocan constantemente con las insinuaciones de Sirin, que consigue sembrar la semilla de la duda. Tras escuchar a los dos, Bahar llega a una conclusión: puede que Sirin mienta… pero Sarp también.
Capítulo 61: Segunda parte
El piso ya es suyo. Sarp ha conseguido el alquiler del inmueble sin que Arif sospeche nada. Ha sido clave que el propietario no sea él, sino Yusuf, de cuya inocencia se ha aprovechado. Al firmar el contrato, ha evitado decir su nombre. Viene en los papeles pero Yusuf no se ha llevado las gafas. Tampoco le preocupa: se da por conforme con los seis meses de adelanto que va a pagarle.
Sirin cree que ha llegado el momento de volver a ver a Suat. Hace tiempo que no recurre a él, pero sabe que su visita le complacerá. Y ella le necesita. Después de que Enver y Hatice descubrieran su “pequeño tesoro” en el banco, Sirin se ha quedado sin dinero. Ha tenido que sacarlo todo para dárselo a sus padres y saldar así su deuda con Sarp. Además, Sirin tiene otro propósito. Ha cogido la invitación que Doruk quería hacer llegar a Nezir para su fiesta de circuncisión. Bahar y Sarp no le han permitido al pequeño que se la enviara pero su tía sí va a hacerlo, a espaldas de todos.
Sarp ha estado jugando con el misterio sobre su nueva casa. Ha evitado revelarle a Bahar dónde está y ha conseguido sortear el impedimento que iba a suponer Arif. La firma la ha hecho con su padre, Yusuf, que es el propietario. La razón de tanto secretismo es el caos que sabe que va a provocar. Su presencia en el barrio de Tarlabasi no va a ser bien recibida. Sabe que lo hace en contra de Bahar y que es desafiar a Arif. La mudanza ya está hecha, y el secreto se desvela cuando Sarp recoge a Nisan y Doruk para llevarles al colegio. Antes de ir, van a conocer su casa. Y, cuando van a bajar las escaleras, él les sorprende al decirles que tienen que subirlas. Cuando los tres se asoman a la ventana, dejan a todos en shock.
Apenas ha tenido Bahar un respiro en su regreso a casa en el barrio de Tarlabasi. Un día después de haber vuelto, ha descubierto a dónde se ha mudado Sarp: justo a su edificio, un piso más arriba. Es su nuevo vecino, en desafío a ella misma y también a Arif. Los únicos felices son Nisan y Doruk, que reciben con alegría que su padre vaya a vivir tan cerca. Es precisamente la excusa de Sarp para haber elegido esa casa. Sin embargo, su propósito es mucho más ambicioso. Él quiere recuperar a Bahar, y no le importa cómo, incluso jugando con la ilusión de sus hijos. Sólo le importa que los cuatro vuelvan a ser una familia, aunque Bahar no quiera.
Deja un comentario