De la mano del diseñador italiano Roberto Cavalli, Miranda Kerr actuó como maestra de ceremonias en la apertura de una una nueva flagship de la firma en el Soho neoyorkino.
Haciendo gala del glamour y la elegancia que la caracteriza, la modelo australiana, que hace unos meses anuncio su separación de Orlando Bloom, lució como sólo una top model de altura sabe hacer con un magnífico vestido firmado por el diseñador italiano de corte asimétrico con un hombro al aire y su característico estampado de leopardo combinado con el negro con un clutch a juego y altísimos zapatos de tacón.
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