Lo mejor de Sri Lanka: Nuwara Eliya y sus plantaciones de té

Por Vanessa Pragasam

Después de visitar Kandy, considerada la segunda ciudad más grande de Sri Lanka, continuamos nuestro viaje en coche hasta Nuwara Eliya, considerada la zona productora de té más importante de lal país y una de las ciudades que más me ha gustado.

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Si viajas a Sri Lanka, Nuwara Eliya tiene que ser una parada obligatoria en tu ruta por la isla. Situada en las montañas altas, la apodada “Little England” es la población más “británica” de Sri Lanka. Aquí es donde los funcionarios ingleses huían del calor para encontrar un clima fresco y húmedo, muy parecido al de su país y el ideal para el cultivo de té.

Dónde alojarte

Nuwara Eliya cuenta con una gran variedad de hoteles, hostales y guesthouses para todo tipo de bolsillos. Nosotros nos alojamos durante dos días en el Hill Cottage situado en el centro y desde donde puedes recorrer todo andando. Si quieres pegarte un pequeño capricho, entonces te recomiendo El Grand Hotel, muy cerca del nuestro y pegado al campo de golf.

Qué ver: Plantaciones de té

La colonia de Ceylán fue utilizada como una de las principales fuentes de café hasta 1869 cuando las plantaciones fueron destruidas por una enfermedad fúngica provocando un colapso económico enorme. Fue entonces cuando el escocés James Taylor ayudó a la isla a reinventarse. Llegó a Ceylán en 1852 pero no fue hasta 1866 cuando de un viaje a la India volvió con unas plantas de té que plantó en sus tierras. Poco a poco se convirtió en el producto de exportación más importante de la colonia. En 1890 Thomas Lipton, un multimillonario escocés, se interesó en este producto y empezó a trabajar con Taylor. Una vez que se hizo con el mercado empezó a quitarse a las pequeñas productoras de en medio. Hoy en día, Sri Lanka es el cuarto mayor productor de té en el mundo, detrás de China, India y Kenia.

Nuwara Eliya reune las mejores condiciones climatológicas para las plantaciones de té: tierra arcillos, bajas temperaturas y húmedo. Hay muchas fábricas entre las interminables montañas de verdes campos de té, nosostros fuimos a visitar Damro Labookellie Tea Lounge, una de las más famosas y de visita gratuita. Pudimos ver toda la elaboración del té y mientras nos iban explicando su cultivo y proceso. Para terminar, lo mejor de la visita: disfrutar de  una taza del mejor tés negro que existe.

El arbusto del té de Ceylan se siembra con esquejes que comienzan a dar producción a los dos años. Cada 5-6 años se poda totalmente y vuelve a producir en seis meses. El mismo arbusto puede vivir 40-50 años. Son las mujeres las que desde muy jóvenes se encargan de recoger los brotes del té manualmente, portando unos cestos en su cabeza.

Oficina de Correos

Gracias a edificios como estos, el aura colonial persiste dentro de la ciudad. La oficina de correos se encuentra dentro de una hermosa mansión Tudor y es una de las más antiguas del país.

Victoria Park

Para compensar el caos e la ciudad de Nuwara Eliya qué mejor que pasear por Victoria Park, ubicado junto a la oficina de correos. Lo´único mal, hay que pagar para entrar. Para los que venimos de Madrid con su espectacular Parque del Retiro, tener que pagar por entrar a un parque para pasear a lo mejor no compensa. A nosotros no, así que bordeamos el parque y fuimos a ver el Lago Gregory.

Lago Gregory

Fue contruido en 1873 por el gobernador de la época británica. Hoy en día es el lugar perfecto para los locales para escapar de la ciudad y disfrutar de múltiples actividades.

Dónde comer

El restaurante The Grand Indian se encuentra muy cerca del Grand Hotel y pertenece al mismo. Ha sido un pilar en la escena gastronómica de Nuwara Eliya a lo largo de los años, y razones no le faltan. Sirven platos típicos del norte de la India a unos precios razonables y con una consistencia impresionante. Como apasionada de la comida india que soy, de los 2 días que estuvimos en Nuwara Eliya, comimos 2 veces aquí, así que imaginaros si estaba todo rico.

Hasta aquí nuestra visita a esta pintoresca ciudad. Mañana nos espera otra maravilla: el trayecto en tren hasta Ella, considerado el más bonito del mundo. ¡Ya os lo contaré!

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