Meghan Markle ha retomado su agenda tras la retransmisión en la televisión británica del documental «Harry y Meghan: Un viaje africano», con polémica incluida.
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A pesar de que hace unos días el príncipe Harry anunció en un comunicado contra la prensa sensacionalista que tanto él como su esposa se retiraban temporalmente de la vida pública, Meghan Markle ha querido mantener su compromiso y fidelidad a la organización One Young World. Por ello no ha dudado en asistir a la inauguración de la cumbre que se ha celebrado en el Royal Albert Hall de Londres.
La duquesa de Sussex participó activamente en el mismo evento en los años 2014 en Dublín y 2016 en Ottawa, ambas fechas anteriores a su boda con el príncipe Harry. Y de nuevo, a pesar del anuncio de su retirada temporal ha querido seguir colaborando con la fundación.
Para la ocasión Meghan Markle ha rescatado de su armario uno de sus vestidos favoritos, un diseño low cost (49,99 dólares) -agotado en la página web- de la firma Aritzia Babaton que ya llevó durante su embarazo a comienzos de este mismo año. En aquella ocasión lo combinó con un abrigo rojo y zapatos a juego. Ayer, en cambio, ha decidido hacerlo con unos zapatos azul marino.
“No quiero una repetición del pasado”
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Meghan Markle reaparecía así tras la emisión de la polémica entrevista que los Duques de Sussex ofrecieron en el documental «Harry y Meghan: Un viaje africano», en el que la pareja confiesa la difícil situación que están viviendo por el gran seguimiento mediático y su preocupación, en palabras del príncipe Harry, que no quiere una “repetición del pasado”.
“Ahora cada vez que veo una cámara, un flash, pienso en mi madre“, afirmaba el menor de los hijos de Lady Di en la entrevista. Y añadía: “Ahora tengo una familia a la que proteger… No seré intimidado para jugar a un juego que mató a mi madre“.
También Meghan Markle mostraba su preocupación por la presión mediática durante la entrevista y admitía haberse sentido “vulnerable” durante su embarazo. Además, confiesa que sus amigos británicos le dijeron que no se casara con el nieto de la reina Isabel II porque los medios de comunicación “destruirían su vida“.
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