Meghan Markle ha vuelto a convertirse en el centro de todas las miradas en su última aparición pública. En esta ocasión, la duquesa de Sussex demostró no ser nada supersticiosa con un estilismo de diez de color amarillo.
Un día en el polo con Meghan Markle
Los duques de Sussex presidieron un acto oficial en Marlborough House en Londres, donde se reunieron con los jóvenes excepcionales de la Commonwealth, como embajadores de la misma.
Ajena a los rumores que apuntan a que podría estar embarazada de gemelos, Meghan Markle lució un vestido ajustado amarillo, que no dejaba ver ningún cambio en su esbelta figura, por lo que tendremos que seguir esperando para confirmar o desmentir estos rumores.
También se ha comentado que los duques de Sussex podrían estar pensando en adoptar un niño en África y que los viajes que han realizado al continente han sido debido a su interés por los niños huérfanos. Con su iniciativa estarían intentando concienciar a otras personas para que ayudase a los niños pobres de esos países.
Como en cada una de sus apariciones, Meghan Markle ha acaparado todas las miradas con su estilismo. En esta ocasión, la esposa del príncipe Harry se ha apuntado a la tendencia del color amarillo con un diseño sencillo y minimalista de crepe.
Un vestido de cortes rectos sin mangas y de largo midi, firmado por el diseñador americano Brandon Maxwell, que ha combinado con salones de ante nude de Manolo Blahnik.