Los reyes Guillermo y Máxima de Holanda han disfrutado de un divertido viaje a la isla caribeña de Saba, un territorio perteneciente a los Países Bajos. Durante su estancia en la isla, los Reyes de Holanda han conocido en primera persona la labor que realiza la Saba Conservation Foundation, que se encarga de preservar el banco de arrecifes de coral que existe en ese lugar.
Los Reyes Guillermo y Máxima de Holanda no han dudado en disfrutar, como unos turistas más, de la riqueza cultural que el destino les ofrece. Así, los Reyes de Holanda han querido apoyar con su presencia un lugar cuyo soporte económico está basado en la industria del turismo y que se ha visto afectado tras el paso del huracán Irma.
Haciendo gala de su naturalidad y espontaneidad y con la mejor de sus sonrisas, los Reyes de Holanda han participado diversas actividades: convirtiéndose en músicos por un día, visitando un parque nacional; incluso no dudaron en vestirse unos trajes de neopreno para zambullirse y contemplar el atolón submarino más grande del Océano Atlántico.
El rey Guillermo y la reina Máxima cogieron un barco que les llevó hasta la zona en donde se encuentran los arrecifes y allí se enfundaron un traje de neopreno y se tiraron al agua para admirar la belleza marina.
Establecida en 1987, la Saba Conservation Foundation (SCF) es una organización no gubernamental que tiene la misión de preservar y administrar el patrimonio natural y cultural de Saba. El parque marino cubre aproximadamente 5 millas cuadradas, lo que supone unos 13 kilómetros cuadrados.
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