Islas Cook, un paraíso inagotable para familias
El nombre tradicional de Mauke significa “donde mi corazón descansa”, un nombre muy adecuado para este edén, ya que los recuerdos generados en sus confines perduran toda la vida en el corazón de los visitantes.
Mauke suele describirse como la isla-jardín del sur de las Islas Cook, en el corazón de la Polinesia Neozelandesa. Los lugareños se sienten muy orgullosos de sus jardines domésticos, de extraordinaria belleza, en los que las flores crecen de manera silvestre por doquier. El interior de esta isla, llena de plantaciones y maleza tropical, está salpicado de misteriosas cuevas que ocultan piscinas naturales en cuyas aguas cristalinas pueden refrescarse los senderistas.
Un lugar fascinante para visitar es el acantilado situado sobre la cala Araiti, donde, como cuenta la leyenda, Kea, una hermosa mujer de Mauke, murió tras esperar en vano a que su marido Paikea regresara de la pesca. Un montículo de piedras y una pequeña placa cubren los restos de Kea. Los habitantes de Mauke creen que Paikea llegó finalmente a la costa este de Nueva Zelanda.
Mauke es conocida por las aromáticas guirnaldas de maire -que crece en libertad en la makatea- que las mujeres locales recolectan, trenzan y exportan a Hawái, donde son muy demandadas para ceremonias especiales. La isla también es conocida por su “aceite milagroso” o akari pi, aceite de coco mezclado con la hierba pi, que se exporta a Rarotonga, famoso por sus propiedades curativas y aptitud para el masaje.
Cerca de trescientas personas viven en Mauke, por lo que es poco probable adelantar a conductores en las áreas transitadas de la carretera costera. También es poco probable encontrarse a alguien visitando las pequeñas calas y playas doradas que bordean esta encantadora isla, por lo que la privacidad y el relax más absoluto están garantizados.
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