Por Javier Herrero
Hoy os voy a hablar sobre María Ke Fisherman. Es una marca de diseño español que, sin ningún tipo de duda, ha contribuido en gran medida al desarrollo de la estética urbana en nuestro país.
Reconocida dentro y fuera de nuestras fronteras, esta marca formada por el dúo de diseñadores María Lemús y Víctor Alonso, ha conseguido convertirse en un verdadero referente en cuanto a cultura urbana y, por qué no decirlo, “moderneo” del bueno también.
Ella estudiaba magisterio. Él ciencias ambientales. Los dos juntos han terminado presentando colecciones en la Mercedes Wenz Fashion Week de Madrid. Y es que esta pareja de diseñadores, desde que se conociesen en el año 2007 en un bar de Malasaña, no ha hecho más que subir como la espuma. Empezaron a gestar su proyecto mientras que estaban de Erasmus y, poco después estaban desfilando en Japón o Nueva York y vistiendo a Miley Cyrus, Katy Perry o Lady Gaga, que compró el 90% de su colección.
El vestuario español, de Miley Cyrus
Lo bonito de esta marca, por muy bucólico -incluso cursi- que suene, es la libertad. Esta gente hace lo que le da la gana y mira, qué maravilla. Sus influencias a la hora de diseñar son sus gustos comunes: el hockey, la música electrónica y la cultura japonesa. Es especialmente llamativa la manera en la que han sabido combinar técnicas tradicionales como el croché y convertirlo en algo que la mismísima Lady Gaga o Katy Perry tienen en su armario.
Según los propios diseñadores, para un encargo de la conocida tienda americana Opening Ceremony, recibieron la inestimable ayuda de un convento de monjas, que fueron las que confeccionaron todo el croché de la colección. De Malasaña a Nueva York, pasando por un convento de carmelitas de Córdoba. No me puede gustar más el concepto.
Y todo esto lo han hecho sin ningún gabinete de comunicación. Ellos llevan todos sus mecanismos de prensa y la promoción de su marca. Esto empieza a ser muy común entre los emprendedores más jóvenes. Si quieres llegar a la cima, te vas a tener que sacar las castañas del fuego tú solito. Y en este sentido, las redes sociales tienen una función clave. Un método de difusión rápido, útil, efectivo y, sobre todo, barato. Un gran ejemplo del poder de promoción que posee la red.
Todo esto, sumado al momento de auge que está viviendo la cultura urbana en este momento, nos lleva a esperar mucho de esta marca. Ojalá que siga haciendo gala del diseño español por mucho tiempo.
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