Llega el año nuevo y con él uno de los grandes propósitos: ser más reflexivos, tomarnos la vida con optimismo, dejar TOOODO lo negativo a un lado, etc.
Ésto nos lleva a comprar libros de autoayuda, apuntarnos a clases de yoga, body balance y mindfullness. ¿Eres entonces uno de esos que está comprando libros de autoayuda, uno tras otro, para buscar tu yo más interior y sin realmente ser feliz? ¿Te enamoras de la atención plena un mes y la psicología positiva el próximo? ¿Buscas constantemente la superación personal a través de la terapia o el coaching? Si es así, es probable que seas adicto al desarrollo personal y necesites ayuda contra ti mismo. La siguiente guía de siete pasos puede ayudarte a mantenerte firme y resistir la locura de la superación personal de nuestros tiempos:
- “Deja de mirarte el ombligo”: cuanto más mires con amor tu ombligo, peor te sentirás. Los médicos lo llaman la paradoja de la salud: mientras más ayuda reciben los pacientes, cuanto más se autodiagnostican, peor se sienten. La mayoría de los gurús de autoayuda te instan a basar todas tus decisiones en tus instintos. No lo hagas. No es una buena idea. También hay que usar la cabeza de vez en cuando.
- También puedes enfocarte en la parte negativa de tu vida: nos han dicho que debemos ser positivos durante décadas, pero este consejo tampoco ayuda. Hay veces que es mejor ser un tipo amargo que un tipo alegre. Y a menudo, también hay cabida para el mal humor. Todos envejecen, enferman y, al final, mueren. Si pasas tiempo pensando en tu propia vulnerabilidad y mortalidad también apreciarás la vida.
- Ponte el sombrero de decir NO: decir “No quiero hacer eso” transmite fortaleza e integridad. Solo los robots siempre dicen que sí. Por ejemplo, si estás en una evaluación de desempeño y desarrollo y tu jefe quiere que vayas a un curso de “desarrollo personal” y sabes que no te vas a sentir cómodo, simplemente rechaza educadamente la proposición. Dile que preferirías un “día de puertas abiertas en familia” en el trabajo por ejemplo.
- Reprime tus sentimientos: si siempre eres burbujeante, apasionado y positivo, otras personas pueden sospechar que tu entusiasmo constante es un poco falso. Y si eres incapaz de poner fin a tu ira, te tratarán como a un niño rebelde. Los adultos deben elegir la dignidad sobre la autenticidad.
- Saca de dentro a tu propio coach: el coaching y la terapia se han convertido en herramientas de desarrollo omnipresentes en nuestra acelerada cultura. Se supone que un entrenador te ayudará a encontrar las respuestas dentro de ti y a desarrollar todo tu potencial. Pero esto es tan amplio…. Si ves que no evolucionas, considera despedir a tu coach y sal a socializarte en su lugar. Pregúntate qué lecciones puede ofrecerte la vida si diriges tu mirada hacia afuera en lugar de hacia adentro de ti mismo.
- Lee una novela, no un libro de autoayuda: los libros de autoayuda siempre encabezan las listas de libros más vendidos, pero a menudo refuerzan la idea de que la vida es algo que controlamos. En última instancia, te dejan abatido por tu fracaso en darte cuenta de tus innumerables promesas de ser feliz, ser riqueza y tener muchísima salud. Las novelas, por otro lado, te permiten comprender la vida humana como compleja e inmanejable en muchos de sus ámbitos.
- Permanece en el pasado: si crees que las cosas están mal ahora, solo recuerda que siempre pueden empeorar. Y probablemente, eso te lo recuerde el pasado, el cual pasado un tiempo se ve con más claridad y ciertas cosas a las que las dabas mucha importancia en ese momento, ahora en el presente las veas con más objetividad. Cuando alguien presenta planes de innovación y “visiones” para el futuro, diles que todo fue mejor en los viejos tiempos. Explícales que la idea del “progreso” constante tiene solo unos pocos cientos de años y, de hecho, es destructiva. Practica repitiéndote a ti mismo. Busca modelos a seguir que hayan echado raíces. Insiste en el derecho de quedarse quieto alguna vez que otra.
Probablemente muchos de estos puntos, puedan sonar exagerados y excesivamente negativos. Pero esa es la intención. No cabe duda de que mantener una actitud positiva ayuda, pero tenemos que asumir que la parte negativa de la vida es otra realidad, así como la incertidumbre, la incapacidad de tenerlo todo bajo control, etc. Seremos capaces de mantenernos firmes, satisfechos, cuando comprendamos ambos polos de la vida.
PSICOLOGIA CLAVE: Elena Sánchez-Porro Frías e Irene Albert Cebriá
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