Hoy veremos como nuestros pensamientos, pueden ser un arma de doble filo. Con ellos, podemos morir de miedo, enfermar de pena, o simplemente contagiarnos de la tristeza de quienes nos rodean.
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Y es que estamos divididos entre las ganas de alimentarnos de todos los pensamientos y emociones positivas y la tentación de caer en lo negativo. Estos pensamientos negativos nos tienden pequeñas trampas y peligrosas para nuestra salud mental y física. Hoy vamos a descubrir formas prácticas para despistar a estos pensamientos negativos en cuatro de las áreas que nos suelen preocupar bastante y así poder tener una vida un poco más agradable.
EN LA RELACIÓN CON LA PAREJA
Uno de los grandes miedos que hay en una pareja es el miedo al abandono. Ante este miedo las personas se protegen de diferente manera. Unas veces dejando a la pareja antes de que nos dejen a nosotros. A veces haciendo todo y más para que no nos dejen. Es decir este miedo al abandono es una experiencia que la persona ha tenido años atrás, que se sintió apartada, abandonada y que lo proyecta en la relación actual. Por tanto es importantísimo hablar con la pareja, una buena comunicación es esencial. Se dice que la conversación es el mejor afrodisiaco que existe. Si nos comunicamos bien, la pareja funciona.
EN LA RELACIÓN CON LOS HIJOS
El patrón de pensamiento negativo más típico en relación a nuestros hijos es el: ¿Cómo serán de mayores? ¿Estarán bien? ¿Será una persona que aproveche la vida? ¿Caerá en las drogas? De alguna manera los padres empezamos a generar una especie de culpa previa a ver los resultados. Culpa que no ayuda. En estos casos el secreto está en la confianza, el cariño, y volviendo a lo anteriormente dicho, es esencial una buena comunicación con los hijos, de poder hablar de todo con ellos (evidentemente respetando la intimidad de cada uno de ellos); esto hará que los pensamientos negativos se vayan relajando poco a poco.
EN EL TRABAJO
En esta área los miedos están escondidos en lo relacionado con la pérdida del trabajo, en no encontrarlo nunca, en que como he sido despedido ya no me van a volver a contratar. Y otra vez lo mismo, si uno enfoca el futuro con miedo, tiene muchas más posibilidades de que ese miedo se cumpla. ¿Cómo enfocar entonces el futuro confiado, con ganas? El cambio más importante empieza siempre por dentro y a partir de ahí salimos al mundo, pero si salimos ya con miedo y fantasías catastróficas, va a costar mucho más.
ENVEJECIMIENTO
¿Cómo podemos enfrentarnos al envejecimiento? A medida que uno se va haciendo mayor se da cuenta de que tiene menos tiempo por delante y tiene menos fantasías de cambio. Pero eso realmente es un pensamiento muy limitador, porque la riqueza máxima está en el aquí y el ahora, el saber disfrutar del presente. Es cierto que la sociedad privilegia más a una determinada franja de edad, pero debemos ir más allá de esos estereotipos. La vida va desde que tienes un segundo de vida hasta el último minuto de nuestras vidas y hemos de saber vivir todas las etapas, y si sabemos que la vida es u proceso de aprendizaje continuo, eso nos puede dar ora visión de nuestra existencia.
Como ves, muchos de nuestros pensamientos negativos se esconden bajo el disfraz de miedos. Tus miedos funcionan así: imagina que alguien se ha instalado en tu cabeza sin tu haberle invitado. Te acompaña a todas partes y te da órdenes. Tú le obedeces y al final te crees que haces esas cosas porque tú quieres. Pero hay que plantar cara a los miedos y desenmascararlos.
Solemos temer determinadas cosas, sobre todo aquellas relacionadas con las carencias y sentirnos vulnerables. ¿Cuáles son tus miedos?
Llevados al extremo, los miedos se convierten en fobias que nos impiden funcionar normalmente y necesitan ser tratadas por especialistas. Pero en nuestro día a día pagamos un alto precio por dejar que nos invadan los miedos y las influencias negativas. Pasamos horas centrados en nuestro trabajo, en recuerdos tóxicos y bloqueos psicológicos y nos resentimos en cuerpo y mente. ¿Cómo podemos prevenir buena parte de estas influencias negativas? Practica dos de estos ejercicios al día, Uno de primer plato y otro de segundo plato:
- Mejora tu dieta
- Descansa y duerme bien
- Sal a hacer amigos y crea nuevas relaciones
- Saca unos minutos al día para practicar tus aficiones o sino, descubre qué cosas te llenan.
- Haz ejercicio: no hace falta que seas un gran runner. Pasea, respira, siente cada paso que das.
- Encuentra tiempo para disfrutar, para no pensar, que sentirte a ti mismo.
- Ábrete a aprender cosas nuevas.
- Se agradecido. A veces es complicado cuando uno ve malas caras en los demás, pero mantén esa filosofía constante y agradece mientras sonríe.
- Dedica tiempo a ayudar a los demás, o a una causa voluntaria.
No se trata de ser perfectos, se trata de ser conscientes. Porque desde cada actividad que os estamos planteando que hagas, te estará llegando una oportunidad para vivir la vida con más optimismo. Tú eliges cada día como mejorar esos aspectos de tu vida que son importantes para ti. Y es que nuestro cuerpo está en un constante proceso dinámico. No solo lo alimentamos con lo que comemos, también con lo que pensamos, lo que esperamos, lo que oímos y lo que sentimos. Elige un menú saludable!!
PSICOLOGIA CLAVE: Elena Sánchez-Porro Frías e Irene Albert Cebriá
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