Por Vanessa Pragasam
En 1999, Natacha Apolinario, Sandra y josé Manuel Segimón, abrieron el primer Sushita de la capital y pionera en España de platos preparados de comida japonesa. Hoy en día, sus productos están presentes en 720 puntos de venta de las más importantes cadenas de alimentación.
Dieciocho años después, han abierto el cuarto local de la cadena de restaurantes: Madame Sushita, centro de referencia a nivel culinario pero además, en tan solo un mes, se ha convertido en el lugar de reunión de lo más granado de la capital. Quizás es lo único que le faltaba a Sushita para dar un servicio global a los amantes de las tendencias gastronómicas más vanguardistas.
Situada en el número 15 de la céntrica calle de Paseo de la Habana, Madame Sushita está cerca de lugares tan emblemáticos como el estadio Santiago Bernabéu, de zonas comerciales y de negocios como AZCA o Torre Europa. Nada más entrar nos reciben unas grandes estanterías llenas de libros de clara inspiración oriental, como si estuvieses en una biblioteca más que en un restaurante. ¿Lo mejor?, su terraza. 30 metros cuadrados muy bien aprovechados: sofás de inspiración colonial, sombrillas que recuerdan a los “glampings” más top, mesas de porcelana y un sistema de toldos que hacen que se cubra o se descubra parcialmente toda la zona exterior. Los motivos vegetales refrescan el ambiente y ese estilo imperante en todo el local, inspirado en la participación japonesa en la Exposición Universal de París de 1867, hacen de esta terraza un espectáculo culinario pero, también, visual.
A diferencia de otros locales, Madame Sushita cuenta con una nueva carta, showcooking en vivo y una cocina de carbón, para degustar su plato estrella, el “tataki de solomillo”. También hay otros platos más frescos, ideales para luchar contra las altas temperaturas, como el “Ceviche & tiradito tasting: pez limón, dorada, atún y lubina“, las “gyozas de wagyu con mermelada de tomate y albahaca“, la “cesta de dorada al horno con ensalada de verduras” y los makis tanto de King Crab –de exclusivo cangrejo real- o el genuino Black Cod –bacalao negro-, entre otras muchísimas delicatesen.
La mejor manera de disfrutar de esta experiencia culinaria es acompañando sus platos con alguno de sus cócteles. Los más sugerentes son el “Beso del Panda”, a base de ron añejo con zumo de naranja y lima con toque de canela y bitter de chocolate, el “Jardín ZEN”, a base de ginebra con zumo de lima y té sencha sobre cama de hielo seco con esencia de té verde o el “Sushipolitan”, a base de vodka con zumo de arándanos, salsa agridulce y yuzu. Apetecibles, ¿verdad?.
En breve todos sus clientes podrán disponer de una zona de tocador con servicio de maquillaje y peluquería, algo único en Madrid. ¿Te lo vas a perder?
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