Kate Middleton ha brillado con luz propia en el Día de la Commonwealth, marcado por la histórica ausencia de Isabel II. El príncipe Carlos ha sido el encargado de representar a su madre, la Reina, en el servicio religioso en la Abadía de Westminster.
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Este lunes 14 de marzo, como marca la tradición, cada segundo lunes del mes de marzo, la Abadía de Westminster se engalana para celebrar el Día de la Mancomunidad de Naciones con la tradicional misa, a la que suele asistir la Familia Real casi al completo. Tras el paréntesis que se vivió en 2021 por la situación sanitaria, este 14 de marzo se ha vuelto a celebrar el servicio religioso que marca el Día de la Commonwealth para sus 54 naciones.
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Eso sí, este año ha estado marcado por la histórica ausencia de la reina Isabel II, de 95 años. La última vez que Isabel II se perdió el servicio de la Commonwealth fue en 2013, por una gastroenteritis, y previamente en 1993, por una gripe.
Tal y como se había anunciado previamente desde el palacio de Buckingham, a través de un comunicado, después de hablar con su entorno sobre los arreglos para la jornada, la Reina pidió a su primogénito y heredero al trono, el príncipe Carlos, que la represente en el servicio del Día de la Commonwealth. Un inesperado anuncio que se producía dos semanas después de que Isabel II retomara su trabajo tras dar positivo por coronavirus el pasado 20 de febrero. Sin embargo, fuentes de palacio citadas por los medios británicos, aseguran que su ausencia en el servicio religioso del Día de la Commonwealth no está relacionado con la enfermedad ni con algún otro bache de salud. Explican, no obstante, que la Reina ha cancelado su participación por sus dificultades para moverse.
Kate Middleton: ‘total look’ en azul y joyas de Lady Di
Como no podía ser de otro modo, ha destacado la elegancia y el brillo de Kate Middleton. La esposa del príncipe de Guillermo ha estrenado para la ocasión uno de esos abrigos que tanto le gusta lucir, en azul y con las solapas en terciopelo más oscuro. Se trata de un sofisticado abrigo largo con cuerpo entallado y falda de vuelo con diseño cruzado firmado por Catherine Walker, diseñadora que a la que suele acudir para sus citas más relevantes.
Completando su estilismo, todos los complementos a juego en el mismo color, excepto los guantes de piel en negro como contraste. Pero tanto sus elegantísimos salones de tacón de ante de Rupert Sanderson, como su sombrero ‘pillbox’ de Lock & Co o sus joyas seguían con la armonía perfecta para complementar su elegante estilismo.
Y, como broche de oro, las joyas que lució la duquesa de Cambridge son unas de las más icónicas de Lady Di. Se trataban de los pendientes de zafiros que el príncipe Guillermo heredó de su madre y el anillo de compromiso que también perteneció a la princesa. Además, del colgante a juego.
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