Iker Casillas se sincera sobre los rumores de crisis con Sara Carbonero: “No he estado todo lo que debería“.
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La revista “Semana” sorprende este miércoles con la publicación de una entrevista en exclusiva con Iker Casillas. Por primera vez el portero, que hace unos días anunciaba su retirada profesional, ha hablado para una revista tras los numerosos rumores de una posible crisis de la pareja.
El exportero recién retirado del fútbol profesional ha querido aclarar la situación. Ante todo ha querido dejar claro que estas últimas semanas no se les ha podido ver juntos a consecuencia de la situación que han tenido que vivir estas últimas semanas: mudanzas, confinamiento y la muerte del abuelo de Sara Carbonero.
Sin duda la pérdida de su abuelo fue un duro momento para Sara que viajaba sola a España para asistir a su entierro. Iker Casillas no pudo acompañarla y así lo explica: “Sabíamos que estaba muy malito y decidimos que Sara y los niños se fuesen allí. No pude ir porque era la final de la Copa de Portugal. Además, era mi último partido con el equipo y en activo y tenía que estar”.
“Al estar de un lado a otro igual no he estado lo que tendría que haber estado al lado de Sara”, confiesa.
“Hace un año a Sara y a mí nos cambió la vida”
Además, la pareja se ha enfrentado al año más difícil de sus vidas. Según la publicación, el infarto que sufrió Iker Casillas y luego el cáncer al que tuvo enfrentarse la periodista han supuesto un tsunami para el matrimonio haciendo tambalear los cimientos de la relación. Fuentes cercanas a la pareja han confirmado a la revista que al portero le ha supuesto un duro palo emocional tanto la quimioterapia de su mujer como su varapalo profesional al tener que asumir que tiene que retirarse del fútbol: “No hay ningún médico que me firme el alta para volver a jugar”.
Además, durante la entrevista Iker Casillas asegura que este golpe tan duro le ha hecho cambiar el chip: “Hace un año a Sara y a mí nos cambió la vida y lo que hay que hacer es afrontarlo y disfrutar de los que se tiene. Mañana no se sabe lo que va a pasar”.
Ahora Iker y Sara se enfrentan a una nueva etapa en sus vidas con su regreso a Madrid tras despedirse de Oporto, donde han sido muy felices y encontraron su segundo hogar junto a su hijos Martín, de seis años, y Lucas de cuatro. “En Oporto se me paró el tiempo. He sido muy feliz. Incluso mi hijo mayor habla portugués perfectamente”, afirma.
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