El emotivo homenaje de Pablo Motos a Quique San Francisco en ‘El Hormiguero’: “Era un genio y un sabio“.
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Fallece Quique San Francisco a los 65 años
Antes de darle paso a su invitado de la noche, C Tangana, Pablo Motos ha pronunciado un emotivo discurso de algo más de 4 minutos para homenajear a su amigo Quique San Francisco. El actor fallecía este lunes los 65 años después de varias semanas ingresado en la UCI luchando contra una neumonía bilateral.
Su triste pérdida ha dejado desolados a sus amigos y seres querido del mundo de la cultura, el espectáculo y el humor. Y han sido muchos los que han querido recordarle, haciéndole un merecido homenaje, como Pablo Motos.
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“Se ha muerto mi amigo Enrique San Francisco. Él me enseñó a estar en un escenario, a estar en Madrid, a entender a los artistas. Y también hasta qué extremo una persona puede ser libre. Tú puedes ir a trabajar, tener un horario, puedes obedecer a tu jefe o no. Y a Enrique no le daba la gana. Y como era libre eligió vivir por el lado salvaje de la vida. Los que estábamos cerca de él nunca nos aburríamos“, ha comenzado diciendo un emocionado Pablo Motos en el plató de ‘El Hormiguero’ que tantas veces visitó su amigo.
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“Era un genio y un sabio”
“Era un genio y un sabio“, continuó… “Hubo una época en la que quedábamos en su casa para beber cerveza y jugar a la Xbox y cuando se ponía gracioso hacía unos chistes infinitamente más graciosos que los del Club de la Comedia. Yo le decía: ‘si tú trabajases’. Y me contestó: ‘No digas barbaridades’. Era el mejor”. “No hablábamos en serio porque él lo evitaba. Un día que la estaba liando muchísimo contra sí mismo le pregunté si no se daba cuenta de que eso iba a acabar fatal. Y me contestó: ‘Eso no pasará. Siempre que estás desesperado aparece una buena persona y te ayuda’“, una fase que marcó al presentador y que ha querido recordar ante los telespectadores.
Y así era ya que la casa de Quique San Francisco, según ha relatado Motos, “siempre estaba llena de gente, a veces dudosa y muy peligrosa”. Y él le insistía en que tenía que conocer gente de todas partes porque no necesitaba tener un barco sino un amigo que lo tenga. “El dinero tampoco era su fuerte. Una vez le dieron una indemnización muy fuerte porque lo atropellaron, le destrozaron la pierna, le pusieron 17 clavos. Le dije: ‘Ahora, por favor, pagas las deudas, te organizas y pones el dinero en el banco. Me dijo: ‘Pablo, si me pagan 100 millones, me voy a gastar 110. Y su padre, que estaba al lado, dijo: ‘Muy bien dicho, hijo’”, ha relatado.
“Todos queríamos a Enrique porque te hacía sentir debilidad por él, entraba y te robaba el corazón para siempre. Era noble, buena persona, solidario, y delante de él nunca se cometía una injusticia. Era un héroe, ser actor es difícil pero ser una leyenda como él lleva toda la vida”, añadía. “Hay otros actores a los que les dan premios, a él la vida le dio libertad, aventura y un cuerpo y espíritu indestructibles. Se ha marchado con esa elegancia que fue siempre su firma”, ha dicho, recordando el anuncio de la pasada Navidad en el que se reía de la muerte disfrazado de ella.
“¿Pero sabéis lo que más le gustaba del mundo? Divertirse, y eso es lo que vamos a hacer esta noche para hacerle el homenaje que se merece como a él le habría gustado que le hicieran“, concluía su discurso antes de dar paso al programa, que se ha convertido en todo un homenaje para el actor.
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