Desde siempre se conoce que ”sin agua no hay vida”, por lo que la hidratación es fundamental en cualquier época para la salud y primordial en el verano, estación que por el aumento térmico, también aumentaran las pérdidas de agua de nuestro organismo, con el frecuente aumento de la actividad física.
–La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) nos aconseja beber 2 y 2,5 litros en los adultos, con especial cuidado en niños, ancianos y enfermos, grupos de población con mayor sensibilidad a la deshidratación y una posible disminución en la sensación de sed.
-Perdemos agua de forma habitual, en torno a las cifras referidas, mayormente por orina y en menor cuantía por el sudor e incluso por el aire que espiramos. Pero estas pérdidas se incrementaran según la temperatura y humedad ambiental, el ejercicio, la presencia de fiebre, medicaciones diuréticas, etc.
-Se estima que lo ideal es que el 75-80% del líquido que ingerimos a diario provenga de las bebidas y un 20-25% de los alimentos. Debiendo excluirse las bebidas alcohólicas como fuente de agua y aconsejándose el agua, refrescos con y sin gas, bebidas isotónicas, café, té, zumos, etc.
En estas fechas se incrementan de forma muy importante los viajes en nuestros vehículos (más de 20 millones de desplazamientos durante los meses de julio y agosto) y cada vez parece más evidente la relación entre seguridad viaria y las condiciones de hidratación de los conductores, como nos indican desde el European Hydration Institute (EHI), basándose en que para conducir se precisa mantenernos en alerta y con buena concentración, capacidades que disminuirán con una mala hidratación incluso pudiendo producirse mareos, fatiga, dolor de cabeza y somnolencia, si esta es marcada.
El aire acondicionado hace disminuir la sudoración al refrescar el habitáculo pero puede incrementar el riesgo de una hidratación inadecuada debido al aire seco y la baja humedad que se produce en el ambiente.
-Por todo ello hay quien dice que la falta de hidratación y la fatiga aumentan en hasta un 60% la posibilidad de tener un accidente, pudiéndose reducir en más del 80% la capacidad y la rapidez de reacción. Y aconsejándose las paradas para relajarse, desentumecerse e hidratarse, cada 2-3 horas de conducción.
– En los últimos años hay mensajes para utilizar en nuestra hidratación durante los viajes, bebidas con cafeína como el café, el té o las colas que ayudan a mantener la concentración, pero podría existir cierta publicidad encubierta, por lo que nosotros aconsejamos combinar la ingesta de agua con otras bebidas como zumos de frutas y hortalizas y las bebidas con cafeína como el té o la cola, con moderación.
Dr. M. A. Bufalá
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