En un mundo impulsado por la economía en el que estamos condicionados a otorgar valor inconscientemente a lo verdaderamente invaluable, Young Sung Kim ha criticado visualmente el nivel en el que le damos “valor” a los objetos, tanto comercial como éticamente.
Kim utiliza temas contrastantes para ilustrar la distinción entre lo vivo y lo material. Parece que, como sociedad, nuestras ideas sobre cómo se valora algo están intrínsecamente enraizadas en el comercio. Sus obras expresan una sociedad moderna donde las vidas están amenazadas y muchas cosas han desaparecido debido al desarrollo avanzado de las civilizaciones materiales.
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La coexistencia de objetos que representan Vida y Objeto se muestra como una pieza publicitaria o teatral para analizar y representar el fenómeno con frialdad para expresar la desolación de la sociedad moderna y el nihilismo de la gente moderna y para revelar la negligencia de la vida de los humanos.
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