Cómo fomentar la autonomía de nuestros hijos

A medida que los niños crecen y ya desde los dos años comienzan a ser capaces de adquirir pequeñas responsabilidades y realizar algunas tareas solos. Es conveniente ir soltando el hilo a medida que crecen, siempre teniendo en cuenta que cada niño es diferente y su desarrollo también. No obstante todos se sienten felices e importantes cuando están al cargo de pequeñas cosas que pueden hacer con facilidad y seguridad. Hoy os contamos cómo fomentar la autonomía de nuestros hijos.

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No siempre es fácil para los padres identificar qué situaciones son adecuadas para comenzar a dejarles hacer pero es importante acompañarles sin frenar su impulso de hacerlo “ellos solitos”. Al principio esto puede suponer más tiempo en las rutinas del día a día pero a la larga influirá muy positivamente en ellos. Crecerán practicando cómo ser responsables, participativos, capaces de afrontar los retos. También tendrá impacto en su autoestima, en su capacidad para aprender y en su relación con los demás.

Tomarse un tiempo para enseñarles a realizar estas pequeñas cosas es crucial para que puedan desarrollarlas. No podemos pedirles que hagan nada que antes no les hayamos explicado con paciencia. Suele ser muy útil ir diciendo en voz alta las instrucciones. Por ejemplo: “lo primero que hacemos es buscar nuestro mantelito, después vamos a por el plato y lo ponemos en el centro…”

Una manera sencilla de entrenarles en tomar decisiones puede ser comenzar por ofrecerles dos alternativas para que él elija. Por ejemplo: ¿Cuándo vas a recoger? ¿Antes o después de bañarte?. Dependiendo de su edad también podrán lavarse los dientes, vestirse o  bañarse solos. Más adelante ya serán capaces de ir a por el pan, bajar a por el correo o ir solos al colegio.

Es importante empezar acompañándolos o limitando las salidas al edificio o casa en la que viváis. Después podéis realizar juntos un tramo y que ellos hagan el resto. Aseguraos primero de que saben orientarse hasta casa y que conocen la ruta habitual, así como su dirección y su teléfono. También puede ser una buena actividad enseñarles a pedir ayuda si se pierden para volverse a orientar.

Las dos normas básicas para salir de casa solos son:

1) Cruzar por los pasos de peatones, cuando está en verde y mirando a ambos lados.

2) No se va con desconocidos ni se aceptan cosas de ellos.

Practicad estas normas antes de que comiencen a ir y venir solos para aseguraros de que las pueden seguir.

Resumiendo, es importante respetar el ritmo que su edad marque pero no dejar de fomentar nunca su capacidad para desenvolverse solos.  La mejor manera de hacerlo es permaneciendo vigilantes, enseñándoles cómo se hace, dejándoles equivocarse. Paso a paso irán sentando las bases para convertirse en adultos seguros y capaces en la vida.

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