Por Vanessa Pragasam
Mayo y junio son los mejores meses para hacer el Camino de Santiago, cuando las rutas tienen menos peregrinos y el tiempo no es tan caluroso. Es el mejor momento para disfrutar de la paz y tranquilidad de un camino que te cambia por dentro. Hablar del “camino” es muy importante pero también lo es su destino. La llegada a Santiago de Compostela, a la Catedral de Santiago y al Santo, despiertan múltiples sensaciones.
Tras la sensación de satisfacción por haber conseguido el reto, la Compostelana, lo mejor es callejear por los alrededores y premiarte con la riqueza de la despensa gallega. ¿Dónde? en Filigrana de Relais & Chateaux A Quinta da Auga, ubicado a unos minutos de Santiago de Compostela y rodeado de un bosque de robles centenarios a orillas del río Sar.
Aquí, el chef Federico López Arcay trabaja a partir de los mejores productos de kilómetro cero siempre de temporada, dando vida a una cocina honesta, de base local. En cada una de sus elaboraciones y presentaciones aporta su mirada de autor, su técnica, creatividad e ingenio… Un cocinero que ha trabajado en el estrella Michelin, Casa Marcelo, en Galicia y en el ya desaparecido Le Bearn de Ginebra, donde absorbió una fuerte influencia francesa en el tratamiento del producto para sacar el mayor partido del mismo.
La carta de Filigrana es una carta con raíces inspirada en la cultura gallega: pescados como la lubina salvaje de la ría, la merluza de pincho y el rape negro pescado en el día y procedente siempre de pesca sostenible; mariscos de las rías gallegas, como los erizos de mar y las centollas (ahora en plena temporada); verduras y legumbres de las huertas ubicadas en los alrededores de Santiago y la ternera procedente de vacas gallegas de campo que le sirven en el matadero de Bandeira.
Empezamos con unos imprescindibles de la temporada, como las “croquetas de choco en su tinta”, el “erizo relleno de su caviar” y una “crema de centolla de la ría”… Puro sabor a mar. Entre los segundos cabe destacar la “merluza de pincho con cremoso de guisantes de temporada y salsa de tomate confitado”, el “rabo de ternera deshuesada” que se presenta como un rulo envuelto en panceta ibérica y, la “hamburguesa casera de solomillo rellena de tetilla”.
Hay platos que siempre se mantienen en la carta de Filigrana y que son recetas típicas gallegas que no puedes dejar de probar, como la empanada, el lacón con grelos y el pulpo gallego á feira sobre cremoso de patata. Apetecibles ¿verdad?.
Siempre hay que dejar un hueco para el postre porque aquí todos ellos son caseros y están espectaculares… Como las “filloas rellenas de arroz con leche caramelizadas” y el “milhojas de mascarpone“.
Una carta muy completa que convive con el menú degustación que ofrece Filigrana (48 € sin maridaje) y que está concebido como una guía para poder probar lo más representativo de la cocina de Federico a través de diez elaboraciones que van cambiando según la temporada.
La combinación perfecta para un final del camino maravilloso es alojarse en el hotel A Quinta da Auga. El proyecto personal de la arquitecta María Luisa García, de su marido José Ramón Lorenzo y de su hija Luisa Lorenzo, directora del hotel. “Un espacio de sensaciones donde la gente puede perder la noción del tiempo y aprender eso que es no hacer nada”, explican. Cuenta con 51 habitaciones, todas exteriores, luminosas y dotadas con camas mullidas, cálidos edredones de plumón y suaves sábanas de algodón egipcio. Y para los que buscan el máximo confort, las tres suites del hotel, con una superficie de más de 100m², disponen de amplios salones, un despacho y jacuzzi en el cuarto de baño.
En definitiva, Filigrana de Relais & Chateaux A Quinta da Auga os ofrece el plan perfecto para vivir con plenitud vuestra experiencia de la Ruta Jacobea… Un camino tanto exterior como interior.
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