En la primera parte sobre esta se repasaron la frecuencia y la sintomatología más habitual de esta dolencia, de etiología de la que hoy en día se desconoce la causa, la mayoría de los afectados lo relacionan con algo como accidente con traumatismo, fallecimiento de allegado, proceso infeccioso complicado, enfermedad reumática (Artritis/artrosis), etc.
Mientras lo único que parece evidente es que los afectados sienten de forma diferente el dolor (percepción exagerada) y presentan una respuesta anormal al estrés.
-Con técnicas de imagen parece observarse que hay regiones del cerebro puramente sensitivas que reflejan la sensación del dolor y otras zonas que tienen que ver con la respuesta emocional negativa. Estos pacientes presentan un exceso de respuesta en estas áreas emocionales y no tanto en las zonas relacionadas con sentir el dolor”.
–Tener un diagnóstico es fundamental para poder afrontarla, pero la mayoría de los pacientes tardaran de nueve a 10 años en ponerle nombre a lo que les pasa y ya habrán pasado por una media de nueve especialistas, estará polimedicado y habrá generado un gran coste al sistema.
La similitud de estos síntomas con los de otras enfermedades reumáticas, como la artritis o la artrosis, y el desconocimiento que hay sobre sus causas, hace que muchos pacientes pasen años vagando de una consulta a otra hasta conseguir un diagnóstico.
Si en 1990 se estableció como criterio diagnóstico de Fibromialgia, la presencia de dolor generalizado en conjunto con hiperalgesia en a lo menos 11 de 18 puntos de sensibilidad, en 2007 se clasifica según relación con situaciones depresivas, psiquiátricas o de somatización, pero con controversia para muchos expertos y desde 2010 se puntuaran una serie de síntomas y/o signos.
-Muchos se preguntan quién debe tratarla y parece evidente que lo más indicado serian los profesionales que sepan paliar los «síntomas dolorosos, pero también se necesita de ayuda psicológica, rehabilitación, etc.».Es decir, unidades especializadas lo que es imposible o generalistas «siempre que tuvieran la formación necesaria». (M. de Familia y/o Internista) apoyándose en otros especialistas de forma puntual.
-El tratamiento podrá ser FARMACOLÓGICO:
Antidepresivos Triciclicos, Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, Antidepresivos inhibidores duales de la recaptación, Inhibidores reversibles de la monoaminooxidasa, Antiinflamatorios no esteroideos, Antiepilépticos (o «reguladores del ánimo»), Agonistas GABA, Hipnóticos, Relajantes musculares, Terapia hormonal y un largo etcétera como demostración de que ninguno es totalmente eficaz.
-Tratamiento NO FARMACOLÓGICO:
-Ojo con diversas técnicas de publicidad engañosa. La acupuntura y la homeopatía no han resultado eficaces. Por el contrario los masajes, ejercicios acuáticos y terapia ocupacional, etc. así como, suplementos alimenticios que aporten nutrientes celulares y liberen radicales libres del organismo y compuestos con coenzima Q10, que utiliza la mitocondria en la célula para fabricar energía pueden ayudar en gran manera con los dolores y combatir la enfermedad. Un suplemento alimenticio muy utilizado es el magnesio. Además, existen estudios recientes que apuntan que algunas terapias alternativas, como el yoga, pueden aliviar el dolor causado por la Fibromialgia.
–En resumen PACIENCIA y COMPRENSIÓN por parte de enfermos, familiares y de los profesionales sanitarios.
Dr. Bufalá
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