Fantasías sexuales…. ¿Las tenemos todos? ¿Es malo tenerlas?… ¿Somos peores si nuestras fantasías son agresivas, imposibles o muy raras?. Lo cierto es que la mayoría de la población las tiene, unas veces las cuentan y otras no. En ocasiones las niegan y en otras, se buscan la vida para hacerlas realidad cuanto antes, cosa que no es en absoluto necesaria.
¿Nos hacemos mayores para el sexo?
La fantasía sexual es un recurso erótico de la mente. Se distinguen de los sueños eróticos en que se crean cuando la persona esta despierta, es decir el individuo de manera voluntaria la genera y puede recrearse en ella todo lo que quiera. De hecho, es muy frecuente fantasear durante el coito. Esto puede contribuir a tener mas sensaciones eróticas, evocar mas placer y por otra parte, puede ayudar a conseguir (debido al aumento de la excitación) mayor sensitividad orgásmica. Así, en terapia, para aumentar el deseo sexual hipoactivo, una de las técnicas consiste en la evocación de las fantasías sexuales.
Es habitual que los deseos que nunca se han llegado a conseguir sean por motivos de represión, por ser inalcanzables de forma física o psíquica, o las situaciones que no se pueden dar, por la dificultad en realizarlas, o por que produzcan temor o miedo. Estas razones son las más frecuentes dentro de la generación de fantasías eróticas.
Las más habituales son:
En mujeres
1- Sexo con otra mujer: suele ser con una desconocida y normalmente sabe perfectamente lo que hacer, pues a fin de cuentas tienen las dos el mismo cuerpo.
2-Fantasias donde se es obligada a tener sexo: es cierto que las mujeres en el “el mundo real” tienen un rechazo total a la violación, pero es muy frecuente que se produzca esta fantasía, donde lo que se elabora en realidad es una “violación deseada”, el hombre que se crea es en la mayoría de las ocasiones es enormemente atractivo, muy seductor…y suele recrearse una escena erotico-sexual consentida en cierto modo y muy satisfactoria.
3- Sexo con un desconocido: suele ser una relación más erótica que sexual, aunque lo acabe siendo finalmente, donde la seducción juega el papel más importante. La mujer suele evocarse con lencería muy especial que posiblemente no se pone con su pareja.
4. Uso de juguetes eróticos: Muchas mujeres buscan un juguete erótico para usar ellas mismas y así tener orgasmos más intensos. Un dato que desvela que las mujeres le dedican tiempo a la masturbación en solitario –un hábito imprescindible para conocerse mejor y mejorar la sexualidad
5- Voyeurismo: el recrear escenas donde son otros los que tienen sexo es una fantasía muy recurrente también. En ocasiones son con desconocidos, pero a veces se trata de su pareja, sus amigas, etc…
En los hombres
1- Sexo con dos o más mujeres: Lo que más se recrea es el trío sexual donde él mantiene sexo con las dos (a veces conocidas o no) y otras, observa como ellas mantienen sexo entres sí.
2- Sexo anal: en nuestra sociedad es aún un tema tabú y prohibido y suele así producirse esta fantasía de manera recurrente, incluso aunque el hombre pueda tenerlo con su pareja.
3- Sexo en lugar público: en esta fantasía también suele introducirse el exhibicionismo, donde normalmente el que la crea, es el que se encuentra manteniendo sexo y siendo observado. En estas fantasías el hombre suele realizar prácticas, posturas… Circunstancias que desea mucho y que no suele realizar y con una consecución excelente de las mismas.
4- Sentirse dominado: seguramente debido a que de forma tradicional es el hombre el que suele llevar la iniciativa en una relación, el hecho de que la pareja sexual que él imagina, sea la que domina, incluso rayando el sadismo, suele ser una fantasía muy recurrente.
5- Visualización de su pareja (u otra persona) masturbándose: con esta fantasía, de alguna manera pueden observar un alto grado de excitación y de deseo de su pareja. Esta fantasía suele ir acompañada, en muchas ocasiones, de disfraces.
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