Reconocida por su extensa carrera en el cine, la actriz, fue una de las figuras más destacadas de la gran pantalla.
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La actriz Marisa Paredes ha fallecido esta madrugada en el Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid a los 78 años, según ha confirmado la Academia de Cine. Paredes acudía al centro hospitalario acompañada de su pareja, Chema Prado, exdirector de la Filmoteca Nacional, debido a su mal estado de salud, y fallecía horas después. La actriz se encuentra en el tanatorio de San Isidro en Madrid, y el cine español está de luto por la pérdida de una de sus figuras más queridas. Paredes, que presidió la Academia de Cine entre 2000 y 2003, dejó un legado de más de 75 películas en su carrera, convirtiéndose en una de las actrices más icónicas del panorama nacional.
El cine español se queda sin una de sus actrices más icónicas, Marisa Paredes, que deja tras de sí una larga carrera en la que el público ha podido verla en más de 75 ocasiones en la gran pantalla.https://t.co/gS32fWU4fz pic.twitter.com/sAFty5B08C
— Academia de Cine (@Academiadecine) December 17, 2024
La trayectoria cinematográfica de Marisa Paredes
La carrera de Marisa Paredes, que comenzó en los años 60, se consolidó como una de las más prolíficas y respetadas del cine español. Su trabajo fue constante, no solo en más de 75 películas, sino también en numerosas series de televisión y en el teatro. Paredes se hizo famosa como “chica Almodóvar”, especialmente recordada por su icónico papel en Tacones lejanos, con su traje verde y guantes rojos mientras cantaba “Piensa en mí”.
Pero su talento traspasó fronteras: también fue muy solicitada por directores mexicanos y franceses. Inició su carrera en el teatro y en programas de televisión como Estudio 1, y dio sus primeros pasos en el cine en papeles de reparto bajo la dirección de Fernando Fernán Gómez. Sin embargo, alcanzó gran popularidad en 1980 con Ópera prima de Fernando Trueba, una película que la catapultó al éxito en España, junto a otros actores que más tarde colaborarían con Pedro Almodóvar, como Óscar Ladoire y Kiti Mánver.
Marisa Paredes: Una “chica Almodovar”
La actriz se unió al universo de Pedro Almodóvar en 1983, interpretando a sor Estiércol en Entre tinieblas, una película en la que compartió reparto con Julieta Serrano, Carmen Maura y Chus Lampreave. Su incorporación a este mundo de Almodóvar consolidó su estatus de “chica Almodóvar”, pero su talento no pasó desapercibido para otros directores. Así, trabajó nuevamente con Fernando Fernán Gómez en Las bicicletas son para el verano (1984), uno de los grandes éxitos del año. Además, participó en otras destacadas producciones como Tata mía (1986), dirigida por José Luis Borau, y Cara de acelga (1986), dirigida por José Sacristán.
Paredes continuó su carrera a finales de los 80 y principios de los 90 con papeles destacados. En 1987, protagonizó Tras el cristal de Agustí Villaronga, un filme de terror en el que interpretaba a un médico nazi. Sin embargo, fue en 1991 cuando alcanzó su mayor éxito con su interpretación de Becky del Páramo en Tacones lejanos de Pedro Almodóvar, junto a Victoria Abril y Miguel Bosé.
La película se destacó por las inolvidables canciones de Luz Casal, Piensa en mí y Un año de amor. Paredes repitió con Almodóvar en La flor de mi secreto (1995), una comedia romántica en la que compartió protagonismo con Juan Echanove, junto a un elenco que incluía a Imanol Arias, Rossy de Palma y Chus Lampreave.
La carrera internacional de Marisa Paredes despegó con su participación en películas de directores como Guillermo del Toro en El espinazo del diablo (2001), Manoel de Oliveira en El espejo mágico (2005) y Edgardo Cozarinsky en Crepúsculo rojo (2003). Sin embargo, nunca se alejó del cine de Almodóvar, con quien trabajó en Todo sobre mi madre (1999), Hable con ella (2002) y La piel que habito (2011), donde compartió pantalla con Antonio Banderas.
Paredes, que estuvo casada con Chema Prado y Antonio Isasi-Isasmendi, tuvo una hija, María Isasi. En 2018, la actriz recibió el Goya de Honor por su carrera, que también incluyó nominaciones por Cara de acelga (1988) y La flor de mi secreto (1996).
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