Se acerca el inicio del curso escolar y no siempre es fácil para los niños empezar o volver al cole. Si bien algunos estarán expectantes e ilusionados con reencontrarse con sus compañeros y reanudar la rutina de siempre, otros pueden anticipar este momento con miedo e incluso ansiedad.
En el desarrollo normal de los niños el miedo al ir al colegio puede aparecer en algún momento. Se trata de una situación nueva en la que abandonamos la casa y la compañía de los padres, lo abuelos y las personas que normalmente nos cuidan para salir al mundo, a un entorno con sus propios horarios, normas y actores.
Es un desafío positivo y, aunque los niños se inquieten y lo pasen mal algunas semanas, acaban por acostumbrarse e interiorizarlo. Durante este proceso de adaptación podemos observar en ellos explosiones de mal humor, dolores de cabeza, diarreas y/o vómitos.
Nos dará una pista clara de si esto tiene relación con el acudir al colegio o se trata, por el contrario, de un problema físico, el que los síntomas empiezan cuando se están preparando para ir al cole o la noche antes, y acaban cuando regresan del centro.
Otros síntomas que también podemos reconocer son la sudoración, la subida de tensión, los mareos, las pesadillas, el negarse a vestirse o a desayunar…
Estos temores pueden tener diferentes causas, entre ellas el miedo al maestro o profesor, las preocupaciones respecto a su rendimiento académico o las bajas notas, los problemas con sus compañeros de clase, el paso de la educación infantil a la primaria, determinadas clases o materias, etc
Es importante para los padres tener claro que, si bien estos miedos pueden tener mucho de irracional, los niños no poseen la madurez o la experiencia para verlos como nosotros. Pueden estar realmente atemorizados por la situación aunque esta no sea tan amenazante.
Si estos temores persisten por más de seis meses y afectan considerablemente a la vida normal del niño estaremos hablando con mucha probabilidad de una fobia escolar o de un problema subyacente como el acoso escolar. Será conveniente entonces acudir a un psicólogo que evalúe la situación con profundidad y que trace un plan de intervención.
¿Qué podemos hacer para ayudarles? Como padres debemos siempre “acompañar” a nuestros hijos en los momentos importantes de su desarrollo. Ellos podrán adaptarse al colegio de una forma paulatina. Habrá días buenos y otros en los que se muestren más ansiosos o preocupados.
Acudir a sus maestros e informarles de la situación puede ayudar mucho. También planificar la llegada del niño al cole y pedirle a alguien que lo acompañe de la puerta hasta la clase. A fin de que se familiarice con los espacios podemos solicitar visitar con él el colegio fuera de horario, enseñarle la clase y su pupitre, quedar con los compañeros por las tardes, etc.Toda la ayuda va destinada que el niño se sienta más seguro en el cole y que lo asocie con experiencias agradables.
Por último, es conveniente el recordar que, como proceso normal del desarrollo, es una oportunidad para que los niños se enfrenten a las situaciones nuevas y, poco a poco, encuentren su manera de hacerse con ellas. Eso les enseñará y les dará confianza en ellos mismos para repetirlo en el futuro.
Psicología CLAVE: Elena Sánchez-Porro e Irene Albert.
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