Con una gran sonrisa, Eva González acompañaba a su marido, Cayetano Rivera Ordóñez, que abandonó este domingo, a primera hora de la mañana, la Clínica Quirón de Zaragoza, donde llevaba ingresado tras la grave cogida que sufrió el pasado miércoles.
Cayetano Rivera salía caminando, ayudado por una muletas, de la Clínica Quirón de Zaragoza donde ingresó el pasado 11 de octubre tras sufrir una grave cogida en la plaza de toros. El torero no dudó en agradecer las muestras de cariño recibidas a su salida del hospital. Cayetano aseguró sentirse “mejor” y comentó cómo se enteró Eva, embarazada de cuatro meses, del accidente. “En cuanto ocurrió la llamaron y tuvieron el detalle de poder hablar con ella antes de que interviniesen para que no se preocupara tanto en su estado“.
Al ser preguntado por su posible retirada de los ruedos después de este susto, el diestro aseguró: “no me lo he planteado… Estoy feliz y disfruto con mi profesión“.
Además afirmó, sobre si su mujer le ha pedido que deje de torear: “ella sabe perfectamente que es una decisión muy personal que tenemos que tomar nosotros mismos y nunca jamás me ha planteado nada“. Aunque reconoció que Eva ha estado preocupada y que han sido “días difíciles“.
Después, la pareja dejaba la clínica y juntos regresaban en coche a casa. Minutos más tarde era la propia Eva González la que informaba a través de su cuenta de Twitter que la pareja ya iba camino a su casa y daba las gracias por el apoyo recibido. “Ya vamos camino a casa. Muchísimas gracias a todos por vuestros mensajes y vuestros buenos deseos. Sois una inyección de energía y fuerza“, junto al emoticono de un rayo.
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